Menos de medio año, seis meses o 180 días. La demora media para una intervención quirúrgica en Canarias se sitúa por debajo del plazo de referencia en la medición de las listas de espera por primera vez desde el inicio de la crisis económica tras descender más de una semana a lo largo de este año. Exactamente, el tiempo de espera para una cirugía disminuyó 7,64 días hasta fijarse en 173,94 jornadas a 30 de junio frente a las 181,58 fechas del 31 de diciembre, informó ayer el consejero de Sanidad del Gobierno autonómico, José Manuel Baltar, al presentar un avance de los resultados obtenidos durante el primer semestre, un periodo casi coincidente con su mandato al frente del área.

Además, la lista de espera quirúrgica en el Servicio Canario de la Salud (SCS) bajó un 6,2% con respecto al final de 2016 hasta situarse en 32.209 pacientes, lo que supuso una reducción de 2.118 ciudadanos frente a los 34.327 del pasado diciembre. "Especialmente relevante es el hecho de que la parte más significativa de la bajada del número de pacientes son los que esperaban más de seis meses, con 2.410 menos, y esperamos seguir bajando", subrayó Baltar sobre un colectivo que disminuyó del 37,34% al 32,31% del total de usuarios del sistema a la espera de una operación.

Acompañado del director general del SCS, Conrado Domínguez, el consejero de Sanidad atribuyó al inicio del plan Demora la reducción de los pacientes con más retraso en, sobre todo, intervenciones de obesidad mórbida, patologías traumatológicas o columna vertebral. Además del Demora, también comenzó este año el plan de cirugía mayor ambulatoria (CMA 24), según Baltar, "de alto grado de satisfacción para los pacientes, porque se resuelve su problema en un plazo muy corto de tiempo, y mayor eficiencia, porque consumen menos recursos al no ocupar camas".

Precisamente, Conrado Domínguez destacó el "incremento importantísimo de la cirugía ambulatoria, se puede duplicar a final de año lo que se hizo el anterior", sin olvidar la continuidad de planes especiales contra las listas de espera ya iniciados en anteriores etapas. La reducción se completó gracias al aumento de la actividad quirúrgica de los hospitales tanto en jornada ordinaria como fuera del horario habitual (tardes y fines de semana) bajo la premisa fundamental de "intentar obtener el máximo rendimiento de los recursos propios".

Por ello, tanto Baltar como Domínguez coincidieron en alabar el trabajo y el compromiso del personal de la Consejería de Sanidad: "Nuestro más absoluto reconocimiento y agradecimiento, créanme, hay que hacer esfuerzos muy grandes para conseguir que el número de pacientes que resolvemos sea más que el que llega cada día a nuestras puertas solicitando un servicio, y pedirles que continúen en esta línea porque no es nada más que el principio del camino que pretendemos seguir transitando". No en vano, "estamos muy satisfechos, porque los datos son muy positivos, los números son buenos, pero no son los que queremos tener ni dar a la población canaria", subrayó el consejero autonómico de Sanidad, que eludió detallar todas las cifras hasta el 17 de julio para su completo análisis con los responsables del área.