La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria presentó su primera patente en octubre de 1992. Este fue el inicio en el camino de la propiedad industrial e intelectual de la ULPGC que ha llevado hasta la actualidad a tener 117 patentes, lo que supone una media de tres o cuatro por año en sus tres décadas de historia, aunque la mayor producción se registró el pasado año con 17 patentes. Elevar estas cifras e impulsar la protección y transferencia de la tecnología y la I+D+i que desarrollan los investigadores, es el objetivo de Patents Week, un foro de divulgación y formación sobre Propiedad Industrial organizado por el Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo y Transferencia, que se celebra desde ayer en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, hasta mañana, día 11.
El evento, inaugurado por el rector Rafael Robaina, el consejero de Desarrollo Económico, Energía e I+D+i del Cabildo de Gran Canaria Raúl García Brink, el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi) Manuel Miranda, y el director territorial de Telefónica en Canarias Juan Flores, arrancó con la presentación de nueve invenciones patentadas en la ULPGC a lo largo de estos 30 años, con el fin de concienciar sobre la importancia y el valor de proteger la investigación de calidad, para contribuir al avance y desarrollo tecnológico.
La primera presentación, con el fin de "dar ejemplo", corrió a cargo del propio rector de la ULPGC, Rafael Robaina, que dio a conocer una de las dos patentes que le han sido aceptadas como resultado de su trabajo científico como biólogo.
La patente, que lleva por título Método de micropropagación de la especie fanerógama marina Cymodocea Nodosa, firmada por Rafael Robaina y Pilar García, consiste en un sistema para multiplicar la población de los sebadales, que se están deteriorando por la actividad humana. "Se trata de una patente orientada a la propagación de las plantas marinas que son especies que tienen muchos beneficios ambientales. Consiste en hacer germinar la semilla, ya que en la naturaleza germina a un porcentaje muy bajo, sobre el 4% y nosotros hemos logrado subirlo a un 70% en el laboratorio. A partir de cada semilla, extraemos cientos de miles de células que potencialmente, se traducen en cientos de miles de plantas, lo que nos permitirá recuperar, a partir de laboratorio, las poblaciones naturales y crear sebadales estables", indicó Robaina.
La patente, fruto de 20 años de investigación, fue solicitada en 2008 y obtenida en 2011. Actualmente se utiliza con cierta frecuencia con fines científicos y de mejora de gestión ambiental de estos entornos, es aplicable a 12 especies de plantas marinas. "Los investigadores deben acostumbrarse a proteger sus resultados de investigación, si tienen intención llegar a patentar, deben proteger la propiedad intelectual desde el principio, y no publicar hasta que se patente", apuntó.
Otra de las patentes presentadas fue el Método de detección tumoral no invasiva y tejido sano y aparato de diagnóstico de visualización hiperespectral, presentado por uno de sus autores, Gustavo Marrero Callicó. Permite que el especialista localice con precisión el área afectada y los límites de la misma, así como el estado y sus características. Los tejidos son identificados sin necesidad de procesos agresivos o invasivos, eliminando así los efectos secundarios y las complicaciones derivadas de la cirugía.
"La combinación de la clasificación pixel a pixel y la segmentación de la imagen hiperespectral otorga ciertos beneficios. Por una parte la segmentación es eficaz al localizar sistemas homogéneos y sus límites desde un punto de vista hiperespectral; y también permite saber más acerca de un determinado tejido. La combinación de ambos factores y por consiguiente la patente, hace que se distinga claramente los tumores benignos de los malignos".
También se presentaron un método para la cuantificación de la carga emocional mediante el movimiento de los labios; un procedimiento y máquina para la obtención de fibra a partir de hojas; un sistema de indicación del estado de las señales de tráfico para personas con discapacidad visual; o un proceso de fabricación y uso biomédico y sanitario de nanofibras híbridas obtenidas a partir de mezclar aloe vera y otros polímeros, para lesiones de la piel como quemaduras úlceras, incisiones quirúrgicas...
Todas las invenciones presentadas ayer son un ejemplo de la calidad investigadora de la ULPGC. Si bien en la actualidad la patente es una misión complicada para los investigadores, "porque todos queremos publicar, pero si publicas ya no puedes patentar", el camino a seguir es "patentar antes de publicar" para avanzar en transferencia.
