La serie Paquita Salas puso de nuevo el dedo en la llaga: "No tienes que darle voz a nadie, voz tenemos, lo que tenéis que hacer es escucharnos", le espeta Laura Corbacho, la actriz trans, a la protagonista de la ficción mientras debaten sobre la apropiación de personajes transexuales por personas cisgénero -es decir, que su género y sexo coinciden-.

"Hace 42 años, lo menos que te importaba era un encasillamiento, dabas por natural hacer el papel de mujer trans", rememora Carla Antonelli, actriz y activista transexual y política canaria. Las palizas en las comisarías, la legislación o la transfobia instalada en las vecindades imposibilitaba el acceso a un trabajo. Se marchó de su casa y después de ser rechazada para películas como Conan, el bárbaro (1982), logró hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. En 2007 fue la primera actriz transexual en tener un personaje fijo en la serie El síndrome de Ulises de Antena 3. Gloria, a quien daba vida "estaba mandando un mensaje de integración y cotidianeidad, y no se habló nada de su transexualidad hasta el cuarto o quinto capítulo porque fui al médico con un bulto en el pecho", recuerda, "estaba incorporada y normalizada". Las tornas cambian y "ahora empiezan a aflorar series con personajes trans que no hacen de trans, hacen realmente la matriz de origen: un papel de mujer y punto, sin ningún tipo de etiquetas".

Según los datos de Felgtb, el paro de las personas trans es de un 85%. "Imaginemos un país donde la tasa de paro fuera el 80% de la población. No lo podemos hacer puesto que sabemos perfectamente que llegado el cuarenta habría una guerra civil", explica Carla Antonelli.

Al otro lado del teléfono la realidad para Mer, nombre ficticio, es distinta. Ha sufrido agresiones físicas y acoso en las redes, "tengo anécdotas para dar y regalar", ironiza. La risa es su escudo, mas prefiere no pensar en el futuro mientras sus sueños se embarullan por las noches, aunque fija su próxima meta en aprobar el ciclo superior de Promoción a la Igualdad de Género. Fijándose en Helena Bonham Carter, ya ha interpretado a una espía trans intergaláctica en un cortometraje, y advierte que si le dan papeles cliché "me niego o intento concienciar al director o guionista de que esta representación solamente nos hace daño".