La sala Timanfaya del Palacio de Congresos de la Institución Ferial de Canarias (Infecar) es, desde el pasado miércoles, la nueva área de trabajo del equipo de rastreo que se encarga de localizar los contactos estrechos de los empleados y usuarios de las residencias y centros sociosanitarios de Gran Canaria, cuando se detecta un positivo en Covid-19. Ahí, un grupo multidisciplinar compuesto por 15 personas, entre las que figuran enfermeros, auxiliares administrativos y fisioterapeutas, realiza esta ardua tarea de lunes a domingo, en un horario comprendido entre las 8.00 y las 20.00 horas.

"El trabajo está siendo cada vez más difícil como consecuencia del aumento de los contagios. Estamos observando una gran cantidad de casos sospechosos, por lo que en los centros que tienen capacidad para atender a un mayor número de personas la labor se complica", explica el enfermero Domingo Álamo, coordinador del equipo de cribado de estos espacios.

Los teléfonos y los ordenadores no descansan y se han convertido en dos herramientas indispensables para estos profesionales. Y es que el trabajo requiere una excelente coordinación con los equipos de Atención Domiciliaria -que asumen la labor de realizar las pruebas PCR en los centros- y con los equipos de Intervención -que realizan un rastreo in situ - para que ni el más mínimo detalle esté fuera de control.

Investigación

A esto cabe sumarle el análisis de la información que llega desde las bases de datos de los laboratorios de los hospitales, que desvela todos los cuadros clínicos activos. "Cuando se registra un caso positivo, contactamos con la dirección del centro. Si es un residente, preguntamos por las visitas que ha recibido -ahora limitadas-. En cambio, si es un trabajador, hay que identificar a los usuarios que ha atendido y a los compañeros con los que ha compartido jornada laboral", detalla Domingo Álamo.

De esta forma, se descubren los contactos estrechos, que son todas aquellas personas que han mantenido un trato directo con el paciente positivo, durante más de 15 minutos y a menos de dos metros, sin hacer uso de la protección adecuada. En base a las palabras del coordinador, en los casos sintomáticos, el rastreo abarca desde los dos días anteriores al inicio de los síntomas, hasta el momento del aislamiento. Un patrón que se repite para los procesos asintomáticos, pues también se tienen en cuenta las 48 horas previas al diagnóstico.

"Cuando disponemos de toda la información, decidimos si cribar solo a una planta, o bien, a todo el centro", apunta Álamo. No obstante, uno de los propósitos que tiene el grupo es iniciar una toma de muestras masiva en todas las residencias. "Hemos priorizado los lugares en los que se han producido casos positivos. A partir de la próxima semana, continuaremos la labor en el resto de residencias", apostilla.

Según las previsiones, la iniciativa comenzará en la capital grancanaria -teniendo en cuenta la alta incidencia del patógeno- y posteriormente se extrapolará al resto de municipios. "La experiencia nos dice que se logra detectar un gran número de personas asintomáticas en los cribados de residencias completas. Esto es muy importante, ya que pueden contagiar la enfermedad sin saber que la padecen", valora el enfermero. Para después agregar que, "lo que queremos es que la población de riesgo esté protegida y no esté expuesta al contagio".

Para lograr esta meta, el coordinador del equipo considera "necesario" aumentar el número de rastreadores", algo que sucederá "en los próximos días". Hay que tener en cuenta, que la investigación de una sola persona puede implicar más de una hora de trabajo. "En 48 horas, un sujeto puede hacer muchas cosas. Trabajamos en turnos de siete horas, por lo que el máximo número de personas que podemos investigar cada uno en un día es también siete".

Solo en las últimas dos semanas, estos rastreadores, que hasta el momento trabajaban en las instalaciones de la Biblioteca Pública del Estado junto con otros 135 compañeros que vigilan todas las áreas de Gran Canaria, han recibido la notificación de más de una treintena de diagnósticos positivos en residencias y centros sociosanitarios de la Isla. Una cifra "muy superior" a la constatada durante la primera oleada del virus. "Estamos en contacto con las direcciones de los centros de salud y de las residencias. Además, a través de la línea 900- 444- 112, específica de residencias, nos llegan muchas incidencias. Así, nos enteramos desde el primer minuto de cualquier caso", destaca el profesional.

Y así es el día a día de estos expertos, unas figuras indispensables en la lucha contra este agente patógeno, en un momento en el que se propaga a un ritmo muy acelerado.