Los grandes mitos de la dieta detox

La dieta detox se presenta como un método de alimentación destinado a eliminar toxinas y perder peso, a través de la ingesta exclusiva de batidos de frutas y zumos vegetales durante varios días a la semana. La idea de obtener resultados rápidos y fáciles es, para muchas personas, tentadora. Sin embargo, esta práctica no solo es capaz de provocar el denominado efecto rebote en sus seguidores cuando recuperen los hábitos nutricionales habituales, también puede causar daños en el organismo si se prolonga en el tiempo. «No existe evidencia científica que respalde los beneficios de esta dieta. La depuración del organismo siempre tiene que estar justificada y, desde luego, esta herramienta no debe utilizarse nunca para perder peso», apunta la especialista en Nutrición Maribel Ojeda. 

Tal y como explica esta profesional grancanaria, que tiene su consulta privada en Madrid, el organismo está diseñado para autodepurarse. Por tanto, desde el punto de vista nutricional, la decisión de recurrir a una dieta para eliminar toxinas solo tendría lógica cuando existe una patología que impide llevar a cabo este proceso. «El hígado y los riñones, salvo que estén dañados, están preparados para hacer este trabajo. En el caso de que el paciente sufra alguna enfermedad, solicitaríamos las pruebas pertinentes y seguiríamos un plan personalizado, pero la dieta no va a consistir solo en beber estos jugos», anota. 

«No hay evidencia científica que respalde los beneficios», destaca la experta

Por otro lado, la experta pone de relieve que la mejor forma de consumir tanto los vegetales como la fruta es mediante la masticación, pues es el primer paso de la función digestiva. «Así se aprovechan más los nutrientes. Hay que tener en cuenta que cuando hacemos un licuado estamos quitando las fibras, por lo que solo nos quedamos con el jugo, los azúcares y una mínima cantidad de micronutrientes», informa.

Ahora bien, ¿qué efectos negativos puede provocar en la salud esta dieta milagro? La lista es amplia. «Probablemente, si la persona está sana, no pasará nada si solo la sigue unos días. Por el contrario, si se alarga en el tiempo, puede acontecer una desmineralización ósea, sensación de fatiga o un déficit proteico», advierte Ojeda. 

Pero eso no es todo, ya que el consumo abusivo de jugos de frutas es capaz de incrementar el nivel de glucosa en sangre. «Es entonces cuando empezamos a gestionar peor la insulina», precisa la especialista. «También habrá carencia de ácidos grasos», prosigue, «por lo que el sistema inmunitario comienza a debilitarse y se abre la puerta al desarrollo de múltiples enfermedades». 

Asimismo, la nutricionista se muestra contundente al decir que el déficit calórico dirigido a provocar la pérdida de peso «tiene que estar perfectamente planeado» para que a las personas no les falte ningún tipo de nutrientes. «De lo contrario, lo que se va a perder es agua y masa muscular. Esto no solo es ineficiente, sino que pone en juego la salud». 

Internet

A juicio de Maribel Ojeda, el principal problema del mal uso de las dietas radica en la información falsa que circula en Internet, donde también se promueve el autoconsumo de suplementos. Y es que en la red se potencian muchas tendencias que pueden llegar a ser peligrosas. «Mucha gente sigue a influencers que ofrecen recomendaciones para adelgazar, pero, lamentablemente, solo suele fijarse en si la persona está delgada o no. Esto se está convirtiendo en un problema, porque también hay muchos bulos y protocolos falsos que si caen en las manos equivocadas acabarán pasando factura», recalca. 

Ante esto, no duda en llamar a la cautela ni en subrayar la necesidad de acudir siempre a un especialista acreditado cuando se desee seguir una dieta determinada. «Precisamente, las pautas nutricionales son personales porque lo que puede ser bueno para un individuo, a lo mejor no lo es para otro. Por esta razón, es fundamental ponerse en manos de profesionales y seguir todas y cada una de las recomendaciones», asevera.

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