VRS, el virus respiratorio que pone en riesgo a 200 bebés isleños cada año

El uso de la mascarilla ha reducido su incidencia en los pequeños pero el germen puede generar problemas en los recién nacidos

Un bebé recién nacido y prematuro hospitalizado.  | | LP/DLP

Un bebé recién nacido y prematuro hospitalizado. | | LP/DLP / Verónica Pavés

Verónica Pavés

Al menos 200 bebés con menos de dos años en Canarias corren el riesgo de hospitalizar de gravedad a causa del virus respiratorio sincitial (VRS) cada año. Este virus supone la primera causa de infección respiratoria en niños y, aunque en la mayoría de los pequeños cursa con unos síntomas leves similares a otras gripes, para un reducto de bebés (cardiópatas, prematuros o con alguna inmunosupresión) puede provocar una bronquiolitis grave que, en algunos casos, puede conllevar a la muerte. «Nos preocupa mucho como patología respiratoria, especialmente porque puede contraerse tan temprano como a los 15 días de vida», destaca Nieves González, pediatra del Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Este virus es muy infeccioso, aunque no alcanza los niveles del Sars-CoV-2, y causa una bronquiolitis que puede obligar a proporcionar a los pequeños de ventilación mecánica, cuando no ingresarlos en el área de cuidados intensivos (UCI). El VRS es muy común entre los pequeños, tanto que es el causante de entre el 70 y el 80% de las bronquiolitis. Aunque son los bebés con factores de riesgo los más proclives a sufrir la cara más cruda de esta enfermedad, en las entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones que causa cada año en todo el mundo, 3 de cada 4 pacientes ingresados en la UCI estaban totalmente sanos.

Este pneumovirus suele circular paralelo a otros virus respiratorios, como el de la gripe, de octubre y hasta marzo. Estos meses son críticos para la asistencia sanitaria, pues las hospitalizaciones masivas pueden llevar a la saturación del sistema. Por ello, los sanitarios insisten en la necesidad de prevenir la enfermedad grave mediante la profilaxis de un anticuerpo monoclonal, que se inocula cada mes durante este periodo en el primer año de vida. El anticuerpo monoclonal, desarrollado por el laboratorio AstraZeneca, es el único recurso preventivo con el que cuentan los sanitarios para evitar cuadros graves de la enfermedad.

«En Canarias deben haber al menos 200 niños con criterios de riesgo susceptibles de recibir esta protección», explica la pediatra. Sin embargo, la pandemia ha demostrado que se puede crear una barrera aún mayor - y que se extienda a más población - aplicando las mismas medidas de prevención que se han normalizado para combatir la covid, es decir, el uso de mascarilla, el lavado de manos y la distancia física. El uso de mascarilla generalizada ha motivado un descenso «significativo» de los casos de VRS. La incidencia ha caído y, además, los pocos casos que han surgido lo han hecho en una estación diferente.

Por esta razón, los pediatras consideran que, aunque la pandemia se esté diluyendo, la mascarilla debería quedarse como un recurso de protección cuando sea necesario. «Debería ser incorporado a nuestros hábitos cotidianos», resalta la pediatra, que insiste en que, si una persona quiere ver al bebé durante su primer año de vida, «debería hacerlo con mascarilla». Una buena costumbre que se convierte en una urgencia cuando, además, el visitante padece algún síntoma respiratorio.

Aunque esto puede tener cierta relación con las medidas de contención del coronavirus - que reducen el número de huéspedes a los que invadir-, lo cierto es que ya en 2019 se detectaron algunos casos fuera de la temporada habitual. «Los virus tienen su propia ecología», resalta la pediatra del HUC. Ante la realidad cambiante que está detrás del VRS y la posibilidad de que pronto vuelva a formar parte de la vida de los recién nacidos en el Archipiélago, los investigadores y sanitarios de toda España se han reunido para solicitar una nueva estrategia de vigilancia de este virus, que requiere una vigilancia similar a la gripe.

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