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El Hospital Negrín realiza con éxito una cirugía robótica de base de cráneo

El procedimiento, pionero en el Archipiélago, ha permitido extirpar un tumor a una paciente de 48 años - La mujer quedó sin secuelas y su recuperación fue rápida

Momento de la intervención realizada en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín ha realizado, con éxito, la primera cirugía robótica de base de cráneo para extirpar un tumor en el Archipiélago. «Consideramos que hemos ejecutado muy bien la operación. El proceso ha cumplido con nuestras expectativas y los buenos resultados demuestran que hemos hecho un buen abordaje», valoró el doctor Jesús Benítez, jefe del servicio de Otorrinolaringología en el citado centro. 

Tal y como informó el facultativo, la intervención se llevó a cabo el pasado 26 de abril. La paciente, una mujer de 48 años, se encontraba aquejada de un ganglioneuroma –un tumor del sistema nervioso simpático– desde hacía cuatro años. «Durante todo ese tiempo permaneció en seguimiento y realizábamos resonancias magnéticas y escáneres con frecuencia. Catalogamos el tumor de benigno y estábamos en lo cierto, pero había ido creciendo lentamente», anotó el responsable del área. 

En base a las palabras del doctor Benítez, la zona en la que se localizaba la neoplasia es «muy compleja». Y es que no solo presenta un tamaño muy reducido, también se encuentra muy próxima a estructuras vitales. «Gracias a la precisión del robot Da Vinci no se produjeron daños y la paciente quedó sin secuelas». 

Cabe resaltar que antes de dar este paso en el complejo de referencia del área norte de Gran Canaria, estas operaciones se realizaban con bisturí por vía transcervical o transmandibular. Esta vez, en cambio, fue posible acceder al tumor a través de la boca. «Hay que tener en cuenta que para llegar a ese sitio anatómico hay que atravesar un gran territorio, por lo que se pueden producir lesiones durante el recorrido», detalló.

El proceso se prolongó seis horas, una duración que no difiere de las que contemplan los otros procedimientos. Ahora bien, el tiempo que permaneció la mujer en el hospital sí experimentó una reducción significativa en comparación con la media marcada por otros pacientes a los que se les ha extirpado un tumor por las vías tradicionales. «Solo estuvo ingresada cuatro días y lo normal es que los pacientes permanezcan al menos diez días en el centro. Además, pudo alimentarse por vía oral, cuando lo habitual es que la deglución se realice por sonda», destacó el especialista.  

Pero, ¿qué impulsó al equipo a apostar por el robot Da Vinci? Por un lado, las ventajas que ofrece tanto a los profesionales como a los enfermos. Por otro, la experiencia aunada por el servicio. «En los últimos dos años, hemos operado con el robot a 72 pacientes con cánceres en otras áreas anatómicas. Creíamos que había llegado el momento de abordar con él una neoplasia en la base del cráneo y le explicamos a nuestra paciente que era una buena candidata», indicó el doctor Benítez, quien además aseguró que durante la intervención estuvo presente un experto a nivel europeo, que trabaja en el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol.  

Los tumores de la base del cráneo son infrecuentes, si bien la mayoría son benignos. No obstante, para poder emplear el robot hay que valorar algunos aspectos importantes. «Uno de ellos es el tamaño del tumor y la infiltración que tenga de estructuras nobles, pues si está invadiendo arterias, venas y nervios hay que barajar otras vías. Por eso, siempre hay que hacer un estudio de la indicación quirúrgica», apuntó el otorrinolaringólogo. 

Ahora mismo, el Doctor Negrín cuenta con dos pacientes pendientes de ser intervenidos por esta novedosa vía. «Sin duda, para nosotros ha sido un reto importante y estamos muy satisfechos con la incorporación de esta tecnología», recalcó Jesús Benítez.

Tecnología avanzada

El robot Da Vinci cuenta con una tecnología avanzada que aporta muchos beneficios a los pacientes al permitir realizar incisiones y cicatrices más pequeñas, lo que reduce el dolor y la pérdida de sangre. La máquina dispone de cuatro brazos que transmiten los movimientos que realizan los cirujanos a través de una consola con visión 3D del interior del paciente. Hay que señalar que los profesionales pueden controlar cada uno de los brazos robóticos, unas herramientas que poseen una capacidad de giro de 360 grados. Esta circunstancia logra que la cirugía se lleve a cabo con la máxima precisión, sin el más mínimo temblor. | LP/DLP

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