Los pacientes crónicos, marginados en los centros de salud en la pospandemia

Denuncian que se prioriza los procesos agudos ante la falta de seguimiento o pruebas diagnósticas

Efe

Un aluvión de pacientes con enfermedades crónicas inunda los centros de salud en la pospandemia, pero la atención que reciben no es igual que en 2019; sin apenas seguimiento ni pruebas diagnósticas, este colectivo queda marginado ante un cambio de modelo que prioriza los procesos agudos. El coordinador del grupo de trabajo de Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Francisco José Sáez, subraya que un tercio de la población española sufre una enfermedad crónica, es decir, que no tiene capacidad de cura. Pese a esta elevada proporción, «los crónicos están dejados de la mano de Dios» por una Atención Primaria «quebrada» y «obsesionada con los pacientes con patología aguda», señala el experto.

A menos que el paciente crónico tenga una exacerbación de su enfermedad (insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica -EPOC-, trastornos mentales, hipertensión o, incluso, covid persistente), no recibirá una atención específica por su dolencia; los crónicos estables han quedado a la deriva en el sistema sanitario, después de dos años en los que prácticamente se interrumpió su tratamiento debido a la pandemia.

El 34% de la población española sufre alguna enfermedad crónica y, de ellos, el 77% corresponde a mayores de 65 años. Estos datos de 2020 no contemplan los dos años de pandemia, cuando se experimentó un repunte de la cronicidad que, sin embargo, quedó enmascarado por estadísticas que afirman que bajaron los diagnósticos de EPOC o insuficiencia cardíaca, descenso atribuible a que en ese periodo se dejaron de hacer espirometrías y ecocardiogramas por el riesgo al contagio de la covid-19 y no por una inesperada bajada de pacientes.

Sáez cita el ejemplo de un paciente hipertenso, con diabetes, EPOC y sobrepeso. Esta persona debería contar con un seguimiento proactivo de su centro para adelantarse a que tenga un problema de salud, porque es un paciente de riesgo muy alto y, sin embargo, «eso no se está haciendo».