La hija de Hilda Siverio cuida de su madre en el hospital

“Los labios siempre rojos; antes muerta que sencilla”, publicó Valeria en sus redes sociales donde muestra el estado de salud de su madre

La hija de Hilda Siverio cuida de su madre en el hospital

C. A. C.

Desde que hace una semana, los familiares de Hilda Siverio anunciasen el empeoramiento del estado de salud de la tiktoker, icono mundial en la lucha contra el cáncer, miles de sus seguidores han esperado nuevas informaciones sobre la tinerfeña. Recientemente, su hija Valeria, ha publicado un vídeo dónde se la ve junto a su madre en el hospital. “Los labios siempre rojos; antes muerta que sencilla”, ha escrito Valeria en su cuenta de Tik Tok antes de subir un vídeo en el que se veía pintando los labios a su madre Hilda.

Denuncia de acoso

La semana pasada, pocos días después de la muerte de Elena Huelva por un sarcoma de Erwing, ha denunciado la indignante situación que están viviendo, por si fuese poca la tristeza que tienen que sobrellevar dado el delicado estado de su madre: existen usuarios que profieren "amenazas" a través de las redes si no reciben noticias sobre el estado de Hilda.

Según cuenta Valeria en un vídeo publicado en TikTok, tanto ella como sus hermanos pequeños, de 16 y 8 años, han recibido mensajes de personas que no conocen exigiendo que se les den noticias sobre el estado de su madre, llegando a amenazar "con equis cosa si no se les contesta". Una situación indignante que la joven califica de "inhumana": "No me cabe en la cabeza que se haga esto a mis hermanos, menores de edad, y que en la situación que están atravesando se les someta a más presión".

Estas personas, desgraciadamente, no solo actúan en redes sociales, sino que también intentan colarse en el hospital donde se encuentra ingresada su madre para lograr noticias sobre ella y publicarlas en redes sociales: "En cuatro minutos hablan más de 20 personas", sostiene, suplicando respeto por los momentos que están viviendo y denunciando que "una persona ajena a la familia y a los allegados vino al hospital alterando a mi madre y a sacarle fotos en el estado en el que está".

Carta al cáncer

Con más de 275.000 seguidores en Instagram, la canaria anima diariamente a todos los que, como ella, se enfrentan cada día a los retos de esta dura enfermedad, que no solo perjudica al afectado, sino a todo su entorno.

La “carta a mi cáncer”, compartida durante el día de ayer en la citada red social, suma más de 38.000 me gusta y numerosos comentarios de apoyo que agradecen la visibilidad y naturalidad que otorga Hilda a las víctimas del cáncer.

Carta a mi cáncer:
Llegaste a mi vida como un ciclón, intentaste borrar todo lo bueno que tenía en ella, llegaste para llenarme de dolor, para que mi tiempo se detuviera y se volviera lento y a la vez un suspiro, llegaste para llenar mi espacio de lágrimas, de dolor, que equivocado estabas conmigo, viniste como una brisa, en forma de tempestad, gris y oscura para apagar mis días de Luz.
Llegaste queriendo llenar mi mente de miedos y arrebatar mi sonrisa, me enseñaste con una gran cachetada lo dura que es la vida, me enseñaste que mi pasaje en este viaje llamado vida no tenía fecha de llegada. Es más, no me diste ni tiempo a saber que estaba de viaje. Viniste y me has enseñado tanto, que ya sé. Que no me importa, quizás porque aprendí que ya la vida no son plazos, ni ciclos, ni espacios, son momentos únicos e irrepetibles. Y yo te grito que te doy las gracias por enseñarme que esa es la única realidad de la vida. Que aquí nadie es eterno, que lo único seguro es que naces para morir y yo te he enseñado cómo he querido convivir contigo.
Mi humor apaga tú fuerza, el coraje de levantarme pisando fuerte para recordarte que sigo viendo la vida tan bonita. Sé que cuanto más río, más débil eres para mí. Cuánto más vivo cada día, más mueres tú en mí. Me enseñaste que la dueña de mi cuerpo soy yo y es tan bonito ver la vida así…
Me mandas dolor y yo seguiré regalándote sonrisas. Te he dado algo que no esperabas y es no luchar contra ti, sino darte las gracias por este milagro diario. He vivido tan bonito: amar y ser correspondida. Ojalá no se olvide el recuerdo de mi sonrisa…