Iglesia Católica

Abusos sexuales en la Iglesia | "Me decía ‘esto lo hago porque tú necesitas sexo, yo ya me he confesado’"

La víctima denuncia que el sacerdote diocesano J.C. abusaba sexualmente de ella cuando estaba ingresada en el hospital

Una mallorquina denuncia a tres curas por abusos y violaciones durante 30 años

Imagen de archivo de un sacerdote.

Imagen de archivo de un sacerdote.

Andrés Martínez

La víctima, además de sufrir abusos sexuales por parte de los jesuitas Fernando Meseguer y Luis Añorbe, reconocidos y censurados ahora por su orden religiosa, también fue presuntamente abusada a partir de 1994 por J.C., un sacerdote diocesano mallorquín al que también ha denuciado ante el Obispado, sin que a día de hoy se conozca si hay sentencia firme, y desde hace unos días también por la vía penal.

En este caso, la mujer asegura que tras años de entablar un relación de confianza -en su condición de persona muy religiosa-, el cura llegó a abusar sexualmente de ella cuando estaba ingresada en el hospital durante su proceso terapéutico o por convalecencia de otras enfermedades. Según consta en las denuncias, el capellán iba teóricamente a acompañarla espiritualmente, para después someterla. "En todas las visitas a la clínica las conversaciones de consuelo siempre llevaban al final a una exigencia por su parte que acababa en un abuso sexual", detalla. Ante estas situaciones, la mujer "entraba en un bloqueo emocional y catatónico" que le "impedía defenderse", asevera.

Por mí no te tienes que preocupar, ya me he confesado y estoy perdonado, además todo esto lo hago porque tú necesitas sexo

"Cuando le decía, ‘J. no me puedes tocar, estás pecando, tú has prometido el celibato’, él me decía: ‘Uy, por mí no te tienes que preocupar, ya me he confesado y estoy perdonado, además todo esto lo hago porque tú necesitas sexo’", relata en la denuncia eclesiástica.

La mujer estuvo ingresada en el hospital dentro de su proceso terapéutico derivado del trastorno límite de personalidad que sufre. Según detalla, el sacerdote la visitaba de forma habitual durante los tres años que acudió a la clínica. En dichos encuentros, J.C. presuntamente aprovechaba cuando no había nadie más para someterla a tocamientos y otras prácticas sexuales.

Cuando se despedía en el hospital quitaba la sábana que había encima de mí y me levantaba el jersey del pijama

"Cuando se despedía en el hospital quitaba la sábana que había encima de mí y me levantaba el jersey del pijama. Después me decía ‘reina, sabes que te quiero mucho’", declara. Incluso, según la denuncia, el sacerdote empezó a hacerle numerosas preguntas sexuales sobre la líbido ya que ella tomaba mucha medicación en aquel momento. "Se obsesionó tanto que no paraba de acudir a la clínica", afirma.

Me engañaba diciendo que íbamos a cenar para que fuera a la iglesia y al final acababa abusando sexualmente de mí

Asimismo, según explica, el hospital no fue el único lugar donde J.C. abusó sexualmente de ella. Supuestamente la víctima también sufrió abusos en una parroquia de Palma de Mallorca, cuando el sacerdote le invitaba a cenar. "Me engañaba diciendo que íbamos a cenar para que fuera a la iglesia y al final acababa abusando sexualmente de mí", precisa la mujer.

Amigo de la familia

La víctima conocía a J.C. desde muy pequeña ya que el capellán mantenía una relación de amistad estrecha con su familia. De hecho, según la denuncia eclesiástica, J.C. era conocedor de las presuntas violaciones de las que la víctima y ahora denunciante fue objeto por parte de su propio progenitor. "Me decía: ‘Tu padre está enfermo, siempre ha tenido muchas amantes’. Decía esto para luego hacer lo mismo de forma diferente ".

Los abusos por parte del cura arrancaron supuestamente en 1994, cuando la víctima se independizó de casa de sus padres. En aquel momento, supuestamente la víctima había sufrido agresiones sexuales por parte de su padre, hecho que le causó un trastorno límite de personalidad que poco a poco fue desarrollando.

Él se ha sentido libre de hacer conmigo lo que quería cuando entraba en estado de bloqueo mental

En este sentido, la mujer afirma que se encontraba en un momento psicológico muy bajo, sufriendo una vulnerabilidad que presuntamente habría aprovechado el sacerdote para agredirla sexualmente. Así, J.C. acudía a visitar a la mujer a su domicilio particular y poco a poco fue acercándose a ella hasta supuestamente sobrepasar todos los límites.

"Estoy convencida de que él se ha sentido libre de hacer conmigo lo que quería cuando entraba en estado de bloqueo mental y psiquiátrico. Era el mismo patrón de conductas con el que me habían educado, te puedo tocar lo que quiera, así que harás silencio. Por eso callaba y obedecía", asegura la víctima.

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