Joyas renacidas de las cenizas

La Consejería de Educación financia un proyecto para elaborar anillos, bañadores o bolsos con las partículas de roca y mineral expulsados por el volcán

Colección de joyas realizadas con ceniza y materiales naturales, engastadas en latón.

Colección de joyas realizadas con ceniza y materiales naturales, engastadas en latón. / Cedida por la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

Iván Alejandro Hernández

Iván Alejandro Hernández

Material de construcción; arenales de playas; abono; un jardín zen o incluso un producto de venta por internet. Son algunos de los usos que se le ha querido dar a la ceniza que impregnó el paisaje de los municipios de La Palma afectados por la erupción del volcán. Más de dos años después de que se abriera la tierra en Cumbre Vieja, ha surgido una nueva idea para atribuir una utilidad decorativa a las partículas compuestas de mineral y roca. En concreto, en anillos, pendientes, collares, colgantes, brazaletes o tiaras, y también en bolsos, bañadores, chaquetas o vestidos. Todo elaborado desde Canarias desde el ámbito educativo y de formación para que revierta en la economía local de la isla.

El proyecto se llama Renacer de las cenizas y se le ocurrió casi de forma casual a la Escuela de Arte Manolo Blahnik de La Palma. "Como nos vimos inundados de ceniza y todos tenemos bolsas recogidas en casa, pues empezamos a experimentar con ella", recuerda Mónica Reverón, directora del centro. Pero no iba más allá del marco del aprendizaje del alumnado.

El impulso llegó tras unas conversaciones con TOUS, joyería con la que el centro colabora desde hace más de un lustro en una iniciativa para recuperar el oficio artesanal de la orfebrería. "Me planteaban la posibilidad de colaborar o ayudar para hacer un trabajo que de alguna manera pudiera repercutir en las personas afectadas por el volcán de La Palma", detalla Reverón.

Pero faltaba un ingrediente para completar la receta: la parte química, para manipular y transformar la ceniza antes de trabajarla. "Estuve investigando y vi que el IES Politécnico de Las Palmas de Gran Canaria tenía ciclos especializados", relata Reverón, es decir, los ciclos formativos de Operaciones de Laboratorio, Laboratorio de Análisis y Control de Calidad y Química Industrial.

Cuando tuvieron el puzzle completo, presentaron la iniciativa a la Consejería de Educación, en el marco de las ayudas a proyectos de innovación que de por sí requiere colaboración entre entidades. Y le dio luz verde. La resolución publicada en junio de este año otorga casi 40.000 euros a la Escuela de Arte Manolo Blahnik de La Palma. Y el pasado 15 de noviembre, publicitó el proyecto a través de un comunicado. En total, está conformado por un equipo de unas 30 personas que se complementa con diversos talleres con otras entidades, como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Quienes coordinan el proyecto no tienen constancia de que haya precedentes. La página en blanco la está rellenando el alumnado y los docentes del Politécnico de la capital grancanaria y de la Escuela de Arte Manolo Blahnik, con relativa libertad para investigar o crear productos únicos y originales. Ya se han llevado a cabo ensayos, diseños e incluso se han finalizado productos en complementos de joyería, pero aún está en la fase de experimentación.

Sostenibilidad

Todos los productos tendrán algo de ceniza de volcán y, además, seguirán el eje de sostenibilidad y de la preservación del medio ambiente, "ya que la moda es el segundo mayor contaminante del ecosistema", señala Verania Sánchez, docente de la Escuela de Arte Manolo Blahnik de La Palma encargada de coordinar el proyecto. Ahora bien, ¿cómo se puede hacer de la ceniza un material válido para una joya?

Encapsulado con materiales naturales en resina que elabora la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

Encapsulado con materiales naturales en resina que elabora la Escuela de Arte Manolo Blahnink. / Cedida por la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

"El proceso es sencillo. Imagina un anillo que lleva un elemento compositivo redondo o semi-ovalado grande. Primero se elige el material, que puede ser latón. Se acomete un proceso de martillado y luego se le puede dar un esmaltado con los colores alusivos al volcán, por ejemplo. Eso se lleva al horno y, posteriormente, se le coloca la ceniza y se le aporta un recubrimiento para darle brillo y sellar todos esos componentes, bien con horno o con una resina. Y ya quedaría listo. Si se quiere perfeccionar, habría que pasarlo por un torno pulidor para concederle ese acabado un poco más brillante", detalla Sánchez.

Química

Previamente, es necesaria la intervención de un laboratorio de química para hacer de la ceniza un biomaterial adecuado. Para lograr un producto con las características necesarias se mezcla con polímeros como el almidón de maíz, la tapioca o la gelatina mediante un aglutinante como el agua o plastificantes como la glicerina y un elastizante como el azúcar. Cuando se somete a unas determinadas temperaturas y a un proceso de deshidratación, se obtiene el material con el que pueden trabajar en la Escuela de Arte Manolo Blahnik.

Proceso de alta joyería de esmerilado de un botón de resina y ceniza,  con tinte natural.

Proceso de alta joyería de esmerilado de un botón de resina y ceniza, con tinte natural. / Cedida por la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

"Y en la parte de joyería artística, también se hace trabajo de investigación y experimentación con papel y ceniza de volcán, con metal y ceniza, fundiendo, sometiendo lo que sería la ceniza a altas temperaturas con cristal para crear pequeñas gemas", añade Sánchez.

Además de las joyas, como ejemplo, Sánchez cita el proceso de elaboración de bañadores: "Primero se usa licra reciclada para el tejido, que mucha está hecha con botellas recuperadas del mar. En ese sentido, las uniones, las hebillas, serán de biomateriales. Y el estampado, la tela usada para esos bañadores, será con ceniza de volcán".

Producto local

El objetivo no es solo emplear la ceniza del volcán, sino usar como parte de la materia prima productos locales y respetuosos con el medio ambiente. "Dentro del proyecto, también tenemos, en la parte de modelismo la creación de bolsos con fibra de piña o con fibras de mango", indica Sánchez, o los encapsulamientos con resina de pino en lugar de biomateriales. En definitiva, se trata de "convertir recursos locales en productos que puedan ser comercializados".

Peineta de latón con fibra de palmera.

Peineta de latón con fibra de palmera. / Cedida por la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

En este sentido, la directora de la Escuela de Arte Manolo Blahnik pormenoriza que la ceniza se puede integrar de diferentes formas en las joyas, en la ropa o en complementos. "Unas veces es para matizar el acabado, para darle unos toques o puntitos de negro; otras veces se usa como un relleno totalmente de ceniza", ilustra. Así, en la fase de experimentación, por ejemplo, el alumnado ha probado a fundir y crear lágrimas de obsidiana con la ceniza del volcán de La Palma.

Reverón reconoce que cuando el proyecto comenzó a tomar forma, tenía sus dudas sobre el uso de las cenizas por si había algún impedimento legal. El Cabildo de La Palma es responsable de su gestión, pero no pusieron ningún impedimento. "Todos tenemos bolsas de ceniza guardadas en casa y estamos usando la que recogimos, es nuestra", apunta.

Desfile Isla Bonita Moda

Aunque el Gobierno de Canarias lanzó un comunicado para informar del proyecto, será el 23 de noviembre cuando sea la presentación oficial en la Escuela de Arte Manolo Blahnik. Lo ideal, según Reverón, es "una vez que los productos cobren forma, puedan participar en la semana de la moda Isla Bonita", un programa de actuación en el sector textil y creativo creado e impulsado directamente por la Consejería del Área de Promoción Económica del Cabildo.

En la nota, la Consejería de Educación reseñó que Isla Bonita Moda respalda la propuesta como una herramienta para impulsar la distribución de los complementos y joyas desarrollados en el marco del proyecto.

Y como objetivo final, "que se comercialice al público en beneficio de la economía local, que después del volcán ha quedado un poco deteriorada. Todo esto siempre ha sido para beneficiar a la economía local, al alumnado de la escuela y a la gente de la isla", añade Reverón.

Proceso de elaboración de joyas con ceniza volcánica de La Palma.

Proceso de elaboración de joyas con ceniza volcánica de La Palma. / Cedida por la Escuela de Arte Manolo Blahnink.

Para ello, cuentan con el asesoramiento de TOUS. Fruto de la colaboración con la joyería española, cada año la Escuela de Arte Manolo Blahnik envía alumnado a Barcelona a hacer prácticas en sus talleres. Reverón recuerda que esta sinergia nació cuando la empresa detectó "que cada vez había menos personas capaces de restaurar una joya, de crearla, de darles forma o de trabajar esas técnicas tradicionales que están desapareciendo" y, por ello, contactaron con este centro y con otros en la geografía nacional. Si así lo estimaran, agrega Reverón, la marca también podría comercializar las joyas elaboradas con ceniza del volcán de La Palma.