Resistencia a los antibióticos

Las bacterias multirresistentes provocan 20.000 muertes al año en España, según un estudio en 130 hospitales

Se trata de una de las 10 principales amenazas a la salud pública y se calcula que, en 2050, será la primera causa de muerte

Las bacterias multirresistentes se infiltran en la naturaleza

Las bacterias multirresistentes se infiltran en la naturaleza

Patricia Martín

Siguiendo la teoría de Darwin, las bacterias mutan y se hacen resistentes a los antibióticos. Y, cuanto más uso -sobre todo inadecuado- de antimicrobianos en humanos y animales, más patógenos multirresistentes. Se trata de una de las 10 principales amenazas a la salud pública y se calcula que, en 2050, será la primera causa de muerte. Ante ello, la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha publicado el tercer estudio sobre este grave problema en España y la conclusión es que este año morirán 23.303 personas debido al contagio con microorganismos que no responden a los fármacos, en los 30 días posteriores a la infección.

“Es una enfermedad poco glamurosa y percibida, es una de las tragedias”, Jesús Miguel Cisneros, coordinador del estudio de SEIMC

Las muertes debido a las bacterias multirresistentes son, por tanto, 20 veces más que las provocadas por accidentes de tráfico -un total de 1.145 en 2022-, por lo que es un problema de salud de primer orden aunque médicos y pacientes no siempre son conscientes. “Es una enfermedad poco glamurosa y percibida, es una de las tragedias”, según ha subrayado este lunes el doctor José Miguel Cisneros, coordinador del estudio, en el acto de presentación.

La investigación también calcula que este año se producirán 150.000 infecciones y la urinaria será la más frecuente, aunque la neumonía causada por bacterias resistentes será la que provoque mayor mortalidad. Asimismo, el microorganismo Escherichia coli Blee será el más prevalente.

El estudio ha sido llevado con los datos recabados por 130 hospitales durante dos semanas: del 8 al 21 de mayo de este año y, a partir del registro, se ha realizado una estimación de las muertes e infecciones a lo largo de todo el año. En 2018 y 2019 SEIMC realizó otros dos estudios similares, que tuvieron como resultado una mortalidad más elevada pero con otra metodología, que ahora se ha equiparado y el resultado es que las tres investigaciones ofrecen "resultados semejantes, lo que los hace muy consistentes", según el doctor Cisneros.

Disparidad de datos

"Gracias a los 130 hospitales participantes, que representan el 40% de las camas de hospitalización, el estudio nos aporta conocimientos de gran valor epidemiológico, clínico y de gestión sanitaria", ha añadido el especialista, en referencia a que uno de los problemas es que existe disparidad de datos, puesto que el Ministerio de Sanidad había calculado que las muertes en España son unas 3.000 anuales, por lo que el nuevo análisis pone de manifiesto y demuestra que son muchas más, hasta más de 20.000 anuales.

Asimismo, muestra que el 45% de las infecciones por bacterias multirresistentes se producen en los hospitales -en el quirófano o a través del catéter, la sonda, la prótesis...- y el resto en otros lugares, porque no es un problema que afecte exclusivamente a personas hospitalizadas o vulnerables. De hecho, en el registro de las infecciones diagnosticadas en esos 15 días hay desde bebés a personas de más de 100 años.

“Afectan más a personas debilitadas y la edad influye pero también afectan a jóvenes sin ninguna patología que debido al contagio tiene mayor riesgo de morir”, según ha advertido el coordinador de la investigación.

El estudio tiene un doble objetivo. En primer lugar, concienciar a los ciudadanos y profesionales sanitarios sobre la importancia de hacer buen uso de los antibióticos, para así poner freno a la proliferación de bacterias resistentes. Y, en segundo lugar, que las autoridades sanitarias destinen más financiación, puesto que no existe una partida presupuestaria estatal específica, ignorando el mandato de la OMS o la UE.

El consumo de antibióticos se ha reducido un 17% en humanos y un 69,5% en animales desde la puesta en plan frente a las resistencias

La reducción

Lo que sí existe es un Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, que está dando resultados, pero insuficientes, a la luz de los datos de infecciones y muertes que provocan las bacterias multirresistentes. Desde la puesta en marcha del llamado PRAN, el consumo de antibióticos se ha reducido un 17% en humanos y un 69,5% en animales. Aun así, España sigue ocupando el puesto número 7 en consumo de estos medicamentos en la UE, por lo que el país aún tiene un gran camino por recorrer aunque en los últimos años ha despuntado, especialmente, en la reducción de antimicrobianos en salud animal.

Uno de los problemas, según reconocen los propios facultativos, es que la implementación del PRAN es desigual entre las comunidades y la formación no llega a todos los profesionales, que son los responsables de realizar una prescripción adecuada y de dar la información correcta a los pacientes.

A este respecto, los datos del Eurobarómetro de 2022 demuestran que aún sigue habiendo mucho desconocimiento. El 46% de los españoles cree erróneamente que los antibióticos sirven para curar infecciones producidas por virus y un 36% que son eficaces contra los catarros.

España es el único país europeo en el que no existe una especialidad médica de enfermedades infecciosas

El desabastecimiento

A esta situación se suma los problemas de desabastecimiento que a veces afectan a antibióticos de primera elección y obliga a la utilización de otros de espectro más amplio, lo que aumenta el riesgo de resistencias

Y, por último, España es el único país europeo en el que no existe una especialidad médica de enfermedades infecciosas, por lo que existen muchos infectólogos pero sin formación reglada y homogénea.

En este contexto, en la lucha contra las bacterias multirresistentes se están abriendo paso terapias alternativas a los antibióticos, como la utilización de virus que atacan a esos microorganismos mutados, los sistemas de edición genética o la utilización de anticuerpos, que aún están en fase incipiente pero que podrían dar buenos resultados en el futuro.