La prevención de infecciones en el entorno hospitalario tiene premio

Un proyecto presentado por la doctora Eva Elisa Álvarez recibe una beca especial, de la mano de la Fundación del Colegio de Médicos de Las Palmas

La doctora Eva Elisa Álvarez en el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas.

La doctora Eva Elisa Álvarez en el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas. / LP/DLP

Una herramienta destinada a evitar la aparición de infecciones en el entorno hospitalario. Este es el proyecto que ha llevado a la doctora Eva Elisa Álvarez, jefa del servicio de Medicina Preventiva del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil (Chuimi), a obtener la Beca Especial de Investigación Doctor González Jaraba en la primera categoría, un reconocimiento que cada año entrega la Fundación del Colegio de Médicos de Las Palmas. El estudio, titulado Auditoría de medidas de prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, mediante la herramienta Infection Risk Scan (proyecto Irischuimi), ha sido galardonado con 5.500 euros

«Este recurso está diseñado para utilizarse en cualquier ámbito en el que sea importante confirmar que se están manteniendo las medidas preventivas y de higiene adecuadas. De hecho, es posible aplicarlo en todos los entornos en los que se desee evitar la transmisión de microorganismos, ya sea un hospital, una guardería o una cocina industrial», detalla la facultativa. 

Tal y como explica la ganadora, la herramienta comenzó a pilotar en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria. Después, empezó a emplearse en algunas plantas. «La idea es poder utilizarla en cualquier planta de Hospitalización y más adelante en Consultas Externas, los Centros de Atención Especializada y los centros de salud», agrega. 

Pero, ¿cómo funciona? En realidad, se trata de una especie de cuestionario que permite realizar una valoración muy minuciosa de las medidas preventivas. «El objetivo es evaluar una serie de variables. Un ejemplo lo pone la limpieza de las superficies. Para eso, ponemos una marca con un rotulador invisible y, cuando han pasado unas horas y ya se ha debido limpiar esa zona, confirmamos con una lámpara de luz ultravioleta si la marca sigue presente», indica la especialista. Otros aspectos que se tienen en cuenta es la presencia de botes de solución alcohólica para la higiene de manos en todos los puntos de atención, el uso de mascarillas cuando la situación lo requiere y las condiciones de las vías y los catéteres. 

A juicio de la responsable del citado servicio, la principal ventaja de esta herramienta es su versatilidad, pues permite que los profesionales adapten la evaluación a los elementos más críticos de cada entorno para evitar el contagio de infecciones. Además, resalta su sencillez y su bajo coste. «Otro de los puntos fuertes es que, a la hora de enseñarle los resultados al personal, es muy visual. Y es que presenta un código de colores que se asemeja a un semáforo, lo que contribuye a mostrar de forma clara los aspectos que hay que mejorar», anota la doctora Álvarez. 

La especialista del Insular-Materno ha logrado obtener el reconocimiento en la primera categoría

Las conclusiones obtenidas hasta el momento han desvelado que hay que prestar más atención a ciertas superficies que muchas veces pasan inadvertidas ante los ojos del personal y que es necesario reforzar la higiene de manos. «En ocasiones, la propia presión asistencial hace que esta tarea no se realice de forma correcta. Es importante recordar la relevancia que tiene este acto tan sencillo», valora la sanitaria. 

Según cuenta la profesional, la idea de trabajar en este proyecto surgió poco antes de la irrupción de la pandemia de coronavirus, cuando los artífices de esta herramienta –unos investigadores holandeses– presentaron una serie de artículos científicos que llamaron la atención de los integrantes del servicio. «Nos pareció un instrumento muy sencillo y quisimos empezar a usarlo en el complejo, pero la crisis sanitaria no nos permitió utilizarlo hasta 2021», lamenta. Desde entonces, el equipo lo ha empleado de forma intermitente en cinco ocasiones en la UMI y ya se ha podido extrapolar a algunas plantas.

Para Eva Elisa Álvarez, la obtención de esta beca se ha traducido en un gran impulso al trabajo del personal implicado en el proyecto. «Sin duda, el hecho de que la Fundación del Colegio de Médicos haya reconocido nuestro esfuerzo ha supuesto un gran estímulo para nosotros», confiesa la doctora. Gracias a la ayuda económica, podrán simplificar la herramienta y difundir los resultados. 

Hay que señalar que en esta nueva edición de las becas de la Fundación del Colegio de Médicos de Las Palmas han participado más de un centenar de facultativos. La institución ha subvencionado un total de 21 proyectos, de los cuales 13 han sido reconocidos con una importante partida económica para realizar estancias formativas en centros de referencia y ocho con una ayuda para potenciar la investigación

Más seguridad para el paciente

«Los pacientes tienen que sentirse seguros cuando están en nuestras manos y deben tener la certeza de que vamos a hacer todo lo posible para que no sufran una infección mientras están ingresados con nosotros», apostilla Eva Elisa Álvarez, jefa del servicio de Medicina Preventiva del Chuimi. En este sentido, la profesional pone de relieve la seguridad que concede la herramienta que la ha llevado a obtener la Beca Especial de Investigación Doctor González Jaraba en la primera categoría. «Es cierto que hay veces que no podemos evitar la transmisión de infecciones porque todos llevamos bacterias en nuestro cuerpo y pueden entrar en el torrente sanguíneo. Ahora bien, se ha visto que cuando se aplican de forma estricta medidas preventivas disminuyen las posibilidades de contraerlas», añade la experta. | Y.M. 

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