Los vertidos de petróleo alteran el ciclo de vida de los invertebrados marinos

La ULPGC lidera el hallazgo de como los hidrocarburos dificultan la capacidad de las larvas para elegir el sustrato que garantice su crecimiento y supervivencia

Rodrigo Almeda, investigador del grupo EOMAR del Instituto Ecoaqua-ULPGC.

Rodrigo Almeda, investigador del grupo EOMAR del Instituto Ecoaqua-ULPGC. / LP/DLP

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

Los vertidos de petróleo en el mar alteran el ciclo de vida de los invertebrados marinos, al modificar la capacidad natural de las larvas para elegir el sustrato adecuado que garantice su crecimiento y supervivencia. Esta es una de las principales conclusiones del estudio internacional que lidera la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), a través del grupo EOMAR del Instituto de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (Ecoaqua), en el que se constata por primera vez los efectos adversos del petróleo y los residuos de su combustión en la biodiversidad costera.

«La mayoría de los invertebrados marinos -mejillones erizos, caracoles...-, tienen un ciclo de vida indirecto, una fase en la que son larvas y viven en la columna de agua, después hacen una metamorfosis, se transforman y se asientan en el fondo marino. En este estudio, nos ha sorprendido encontrarnos que cuando las larvas están expuestas a concentraciones muy bajas de petróleo o sus residuos, no se mueren pero dificultan su capacidad selectiva para hacer la metamorfosis cuando encuentran un sustrato adecuado para asentarse», indica el investigador Rodrigo Almeda, del grupo EOMAR -Ecofisiología de los Organismos Marinos- del Instituto Ecoaqua, coordinador del proyecto científico en el que también participan las Universidades Técnicas de Dinamarca y Creta, el Centro Helénico de Investigación Marina y la Universidad de Oregón.

Metamorfosis artificial

Es la primera vez que se comprueba como los vertidos del petróleo pueden inducir rápidamente los procesos biológicos relacionados con el cambio que experimentan los invertebrados marinos en su desarrollo, alterando el ciclo y los tiempos naturales de su transformación, de forma que experimentan una metamorfosis, provocada de forma artificial por los compuestos químicos presentes en el petróleo, que puede afectar de manera negativa a la supervivencia y reclutamiento de los invertebrados marinos, privados de la capacidad de seleccionar un lugar idóneo para su asentamiento y desarrollo.

El estudio, realizado en larvas de erizo y de caracoles marinos es extrapolable a otras especies

«El hecho de que la larva no pueda elegir un sustrato adecuado, hace que acabe asentándose en una zona que le va a reducir la probabilidad de supervivencia, de hecho hemos encontrado larvas que han hecho la metamorfosis en botellas de cristal», apunta Almeda a modo de ejemplo.

Los estudios experimentales, realizados mediante exposición a los contaminantes en microcosmos y determinación por microscopia, mostraron que la inducción de la metamorfosis causada por petróleo ocurría en larvas de erizos de mar (equinodermos) y de caracoles marinos (gasterópodos), lo que indica que dicho efecto no se limita a un grupo de invertebrados concreto, sino que podría ser generalizado.

El Instituto Ecoaqua-ULPGC coordina el proyecto en el que participan grupos de Grecia, Dinamarca y EEUU

El investigador avanzó que el descubrimiento inicial se hizo en Grecia, en los experimentos con larvas de caracoles, y el segundo en Estados Unidos con larvas de erizo. En ambos se vio lo mismo, que la exposición al petróleo y sus derivados inducen a la metamorfosis artificial, con lo cual estas conclusiones pueden extrapolarse a otras especies de invertebrados. «El hecho de que dos grupos taxonómicos totalmente diferentes tuvieran la misma respuesta, nos lleva a sospechar que puede pasar en otros grupos de invertebrados, por lo tanto el problema puede ser más grave de lo que pensamos».

Especies fundacionales

Como ejemplo del alcance que puede tener la contaminación derivada del petróleo, el investigador de Ecoaqua-ULPGC informó de que algunos invertebrados marinos, como los erizos de mar, son especies fundacionales que influyen en otras especies y modulan el tipo de ecosistema costero. De ahí la importancia de abrir nuevas líneas de investigación en este campo para dar respuesta a muchas de las incógnitas planteadas a raiz del citado descubrimiento sobre la contaminación marina por petróleo: cómo afecta a otras especies, cuáles son los mecanismos a nivel hormonal que hacen que las larvas reaccionen de esa manera, o cuál es el impacto cuantitativo a nivel ecológico.

«Esto es una línea de investigación muy novedosa que quiero desarrollar en el futuro, porque este descubrimiento genera muchas dudas, tanto a nivel científico como más aplicado, sobre qué pasa, qué mecanismos ocurren y cuáles son los efectos finales», concluyó Rodrigo Almeda. Una investigación en la que Canarias puede jugar un papel importante como laboratorio natural, al disponer del talento y los medios científicos a través del IU-Ecoaqua, una gran biodiversidad marina y un volumen importante de tráfico marítimo.

Revisión de las regulaciones

El vertido de pélets en la costa gallega en diciembre, visibilizó el grave problema de contaminación de los micropláticos en los océanos. No obstante, no es la única amenaza que sufren, y prueba de ello es el estudio que determina los efectos nocivos de los vertidos de petróleo en los invertebrados marinos. «Para que haya un impacto del plástico en el plancton, por ejemplo, se necesita una cantidad de plástico muy grande en la columna de agua. Sin embargo, en el caso del petróleo, concentraciones incluso permitidas por la ley respecto a vertidos de los barcos o cuando producen petróleo en agua residual, hemos visto que altera e inducen la metamorfosis en invertebrados marinos», indicó Rodrigo Almeda. El investigador del IU-Ecoaqua-ULPGC, destacó la importancia de poner el foco y generar más conocimiento sobre la contaminación por hidrocarburos. «Hay que regular mejor la cantidad de petróleo que se permite descargar en el mar, porque estamos viendo que puede tener un fuerte impacto, incluso a concentraciones muy bajas, en toda la biodiversidad marina. Las autoridades deben poner el foco en estos contaminantes». | M. J. H.