El SCS reduce en 50.000 euros la partida que destina a Gull-Lasègue

El recorte pone en peligro los tratamientos de los pacientes y el trabajo del personal

La Consejería trata de buscar una fórmula para resolver el conflicto

Julia Castellano, en una reunión con Lindsay Ramos y Elisabet Hernández, trabajadoras de la Asociación Gull-Lasègue.

Julia Castellano, en una reunión con Lindsay Ramos y Elisabet Hernández, trabajadoras de la Asociación Gull-Lasègue. / LP/DLP

El Servicio Canario de la Salud (SCS) ha reducido en 50.000 euros la partida que destinará este año a la Asociación Gull-Lasègue para el Estudio y Tratamiento de la Anorexia y la Bulimia en Canarias, lo que pone en peligro los tratamientos de los pacientes y el mantenimiento del personal. «En 2023, conseguimos una subvención nominada de 200.000 euros hasta 2025, pero cuando salieron a la luz los nuevos Presupuestos Generales de la comunidad autónoma vimos que la dotación para este año era de 150.000 euros», lamenta Julia Castellano, directora de la citada entidad

Aunque cuentan con otras ayudas, la cuantía es insuficiente, pues tal y como asegura la responsable, el mantenimiento de la institución contempla un coste de 400.000 euros. Por eso, cuando Esther Monzón asumió el cargo de consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, el colectivo solicitó mantener una reunión para pedir un aumento de la partida presupuestaria y defender la necesidad de crear nuevas unidades dedicadas a abordar los trastornos de la alimentación. 

Reunión

«Nos atendió el 30 de noviembre y nos informó de que iban a abrir una unidad con ocho camas en el centro anexo al Hospital Juan Carlos I. Solicitamos un incremento de nuestra subvención y nos dijo que no era posible. No obstante, nos garantizó que íbamos a contar con los 200.000 euros», apostilla Castellano. 

Sin embargo, los presupuestos reflejaron una cuantía inferior, lo que desató la preocupación entre los integrantes de Gull-Lasègue. Fue entonces cuando decidieron concertar una nueva cita con la titular de la sanidad canaria. «El 23 de enero, nos comunicó que nos habían restado 50.000 euros para dárselos a la asociación Alabente –dedicada a la misma actividad–, en Santa Cruz de Tenerife. Nos pidió seis meses para intentar solucionar el problema, pero finalmente llegamos a un acuerdo y fijamos el plazo en dos meses», cuenta la directora. 

A pesar de que aún no se ha cumplido el tiempo límite establecido, la incertidumbre inquieta al colectivo. «Todas las semanas intentamos comunicarnos. Solo nos dicen que están en ello, pero nosotros necesitamos respuestas claras porque está en juego la salud de muchos pacientes y el trabajo del personal», defiende Julia Castellano. 

«En 2023, logramos una subvención nominada de 200.000 euros», dice Julia Castellano

Según manifestaron este martes desde la Consejería, «se está intentando buscar una fórmula que compense la diferencia en la cuantía con respecto a la que recibieron en 2023». Ahora bien, ¿cuál es el motivo de esta reducción? En pocas palabras, igualar las subvenciones que perciben las dos asociaciones de atención a la anorexia y la bulimia en las dos provincias canarias. «Hay que tener en cuenta que Sanidad concede ayudas a un total de 10 asociaciones de pacientes», puntualizaron desde el departamento del Ejecutivo autonómico.

Ahora mismo, hay 200 personas recibiendo tratamiento en la Asociación Gull-Lasègue para distintos trastornos de la conducta alimentaria, si bien una decena permanece en lista de espera. El 90% del total son mujeres. «En estos momentos, estamos tratando a pacientes de Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma», anota la presidenta. 

Ahora mismo, reciben tratamiento en la entidad 200 personas y hay diez en lista de espera

Solo el pasado año, la institución prestó asistencia a 135 nuevos usuarios –35 menos que en 2022–. Además, 311 personas solicitaron información y los profesionales realizaron 177 valoraciones. El ejercicio anual concluyó con 5.233 consultas psicológicas y 3.331 nutricionales. 

En la actualidad, la organización está integrada por siete psicólogas, cuatro trabajadoras sociales, una cocinera, dos nutricionistas, una profesional encargada de las tareas de limpieza, dos auxiliares de enfermería, dos enfermeras y la presidenta. «Llevamos años luchando para que la sanidad pública se haga cargo de estos trastornos. Sabemos que reconocen nuestra labor, pero no podemos permitir que nos quiten una parte de una subvención tan importante», concluye Castellano.

Hay que señalar que el objetivo del SCS es poner en marcha en el primer semestre del año una unidad de Atención a la Anorexia y la Bulimia en el centro polivalente anexo al Hospital Juan Carlos I. Hasta el momento, la Isla carece de este recurso específico.

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