El Complexo Hospitalario Arquitecto Marcide de Ferrol ha abierto un expediente informativo para investigar la muerte, el pasado domingo, de una recién nacida, que entró en parada cardiorrespiratoria 24 horas después de nacer tras haberse producido "un error en la medicación". El hospital reconoce que hubo un error y trata de averiguar "en qué momento concreto del proceso asistencial del parto fue el accidente". La familia permanece a la espera de los resultados de la necropsia que ayer se practicó al cuerpo de la niña y los informes del hospital para presentar una denuncia por lo que consideran una "negligencia rotunda".

El error previo al fallecimiento del bebé se produjo dentro del "proceso asistencial del parto", según el hospital. Una tía de la niña, con iniciales B.G.M., detalla que, tras el parto, que fue natural y, asegura, transcurrió sin complicaciones, la madre sufrió una bajada de tensión, por lo que se decidió administrarle un medicamento, a base de ergotamina. La tía de la niña relata que, todavía en la sala de partos, en lugar de administrar la medicación a la madre, el personal sanitario que asistió el parto se lo administró a la recién nacida.

La mujer afirma que otra familiar presente en el paritorio se percató del error y escuchó a la persona que administró el medicamento reconocer que se lo había puesto al bebé en lugar de a la madre . "Se echó las manos a la cabeza y ya se llevaron corriendo a la niña", cuenta B.G.M.

El bebé fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Allí permaneció hasta que, el domingo, 24 horas después del alumbramiento, la recién nacida entró en parada cardiorrespiratoria. Su tía asegura que el personal de hospital intentó reanimarla durante una hora pero, "sobre las 21.00 horas", la niña, la primera que nacía de la pareja, y en la familia, falleció.

Los familiares esperan los informes pertinentes del hospital sobre lo ocurrido y los resultados de la necropsia que ayer se practicó al cuerpo del bebé para presentar una denuncia por lo que definen como una "negligencia rotunda". Los resultados de la prueba realizada en la mañana de ayer a los restos mortales de la niña se demorarán, según el hospital, dos semanas. La tía del bebé confía en poder hacerse antes con un informe provisional en el que se detalle lo ocurrido. "Yo no me muevo de allí hasta que me den algo por escrito", manifiesta.

El hospital apunta que ha abierto un expediente informativo para tratar de averiguar "en qué punto del proceso asistencial del parto se produjo el accidente". En cuanto a la responsabilidad, el centro sanitario señala que será asumida por el equipo que asistió el parto y por "el hospital como conjunto".

El Complexo Hospitalario Arquitecto Marcide puntualiza que, tras el error en la medicación, se aplicaron "de manera inmediata" las medidas asistenciales necesarias previstas". El centro señala, además, que "en todo momento se informó puntualmente a la familia" de la niña.

Asistencia psicológica a los familiares

El hospital ferrolano apunta también que, en el momento del parto, se encontraban en la sala "todos los profesionales habituales: dos ginecólogos, una matrona y un profesional de la enfermería", y asegura que ninguno de ellos estaba en el hospital en período de prácticas, sino que se trata de personal "con experiencia previa en el departamento". El centro asegura que ofreció y "se está proporcionando" asistencia psicológica a los familiares de la niña.

El bebé nació en el hospital ferrolano "sobre las 20.00 horas" del pasado sábado, explica su tía, en un parto natural que se desarrolló sin problemas para la madre ni para la niña, igual que había transcurrido el embarazo. "Yo vi a la niña el domingo por la tarde, y en ese momento se encontraba estable", recuerda su tía, aunque afirma que el personal sanitario les informó, después del ingreso en la UCI de la recién nacida, de que podría sufrir secuelas o el fallo de algún órgano.

"Yo quiero saber quién administró la medicación a la niña y quién era el supervisor responsable que dio la orden", dice B.G.M..

Un error en la administración de la alimentación fue el causante de la muerte de Ryan, el bebé prematuro hijo de la primera mujer que falleció a causa de la gripe A en España, que murió el 13 de julio de 2009. El niño falleció de un fallo multisistémico después de que se le administrara la "nutrición enteral por vía periférica cuando la alimentación que debía haberle suministrado era leche por sonda nasogástrica", según apuntó el fiscal del caso en la acusación. La Fiscalía consideró responsable de la muerte del bebé a la enfermera que le alimentó por la vía incorrecta y pidió para ella una pena de dos años de prisión por "una negligencia médica, por un delito de homicidio imprudente" y cinco años de inhabilitación profesional.

La enfermera que cometió el error que desembocaría en el fallecimiento del niño tenía 22 y el día que se encargó de alimentar a Ryan era su primera jornada en la UCI.

Según el representante del Ministerio Público, la enfermera fue enviada el 12 de julio de 2009 por la supervisora a la UCI de neonatología del hospital Gregorio Marañón de Madrid para familiarizarse con la unidad sin que "estuviera autorizada a desempeñar función alguna". En hora indeterminada, expuso el fiscal, la enfermera procedió a poner la alimentación a Ryan El Ouriachi Momonui, bebé de 15 días de vida. Así, el fiscal destacó que la enfermera omitió "las más elementales normas de precaución y, sin estar cualificada para ello, le suministró nutrición enteral por vía periférica cuando la alimentación que debía haberle suministrado era leche por sonda nasogástrica". Por ello, la acusó de un delito de homicidio imprudente del artículo 142.1 y 3 del Código Penal.