La Guardia Civil sorprendió in fraganti al propietario de una explotación ganadera y a varias personas de origen magrebí cuando sacrificaban de manera clandestina a siete corderos en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, al sur de Gran Canaria.

Con motivo de la Fiesta del Cordero, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia del Instituto Armado en la capital grancanaria estableció varios servicios en ganaderías y fincas particulares para prevenir la práctica irregular del sacrificio de ganado ovino destinado al consumo humano, según informó ayer la Benemérita en un comunicado.

La finalidad de estos dispositivos de vigilancia es evitar el irregular sacrificio de corderos en explotaciones ganaderas o fincas particulares que "carecen de las mínimas condiciones higiénico-sanitarias", una práctica que tiene que ejecutarse en mataderos autorizados, tal y como establece la normativa al respecto.

Tras personarse en el lugar de los hechos, un inspector veterinario perteneciente al departamento de Salud Pública del Gobierno de Canarias levantó acta por una supuesta infracción recogida a la Ley General de Salud.