El Juzgado número 1 de Güímar, en Tenerife, que instruye las diligencias del caso de Samuel, el bebé fallecido el pasado miércoles tras el ataque de un perro en el municipio tinerfeño de Fasnia, apunta en su investigación que se trata de un "desgraciadísimo accidente". Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), ni la Guardia Civil ni el propio juzgado tomaron declaración a los padres, únicos testigos de lo sucedido, debido a su estado emocional tras la tragedia.

La pareja, ella de 22 años y él de 24 años, que procedía del área metropolitana de la Isla, llegó en su coche a la finca familiar ubicada en la zona de La Zarza en la mañana del miércoles y al bajar del vehículo, dejaron la ventanilla abierta y al bebé sentado en su silla reglamentaria, y el perro, que no tenía antecedentes violentos, se introdujo en el coche y acometió el ataque.

El can, un pastor belga malinois, se encuentra ahora en una perrera y no ha vuelto a mostrar ninguna conducta violenta, de hecho, ayer fue reducido con facilidad por los agentes de la Policía Local, y desde el juzgado se espera recibir durante los próximos días el informe veterinario y la autopsia del bebé. El Ayuntamiento de Fasnia, que preside Damián Pérez Viera declaró ayer día de luto oficial en el término municipal.

José Domingo Torres y José Enrique Serantes, responsables de formación del Grupo Cinológico de Protección Civil del Ayuntamiento de La Laguna, quienes tratan todos los días con los pastores belgas malinois, explicaron las características de estos canes.

José Domingo Torres lleva quince años trabajando con estos perros, mientras que por su parte José Enrique Serantes hace tan solo cinco. "Estos perros son animales de trabajo, no son mascotas, El problema es que son perros para trabajar, se ponen de moda y se los llevan a casa y al final puede derivar en problemas", manifestó José Domingo quién añadió "el pastor belga malinois es un perro que tiene una alta capacidad de aprendizaje, muy fiel a su guía y a la familia que lo acoge. Está acostumbrado al trabajo duro y se emplea desde las labores de rescate, búsqueda, drogas, siendo además el perro perfecto para practicar deporte. Tiene un temperamento muy fuerte".

José Domingo vino acompañado de la perra Silca, que tiene seis años y José Enrique, de Ares, de cuatro.

Domingo Torres añadió que "el perro se divierte mordiendo, pero lo hace jugando. Es muy importante la etapa de socialización o imprinting que corresponde a la etapa que desde los dos o tres meses hasta los seis. Es en este periodo cuando se le enseña todas las situaciones que se va a encontrar a lo largo de su vida de forma gradual (niños, calles, coches, etc). Es además, un perro muy sensible y si se cae en un determinado lugar o tiene un problema el estímulo negativo le puede durar varios meses".

José Enrique Serantes tiene tres pastores belgas malinois y conoce bien a los perros de esta raza. "Necesitan espacio y una actividad tanto física como mental. Son atletas y se cansan más con un juego mental que físico", señaló Serantes

"La educación en la zona familiar es muy importante. Hay que enseñarle qué lugar ocupa dentro de la manada familiar. El can puede oler al bebé como si fuese otro animal, pero primero hay que darle a oler su ropa y más adelante permitirle que se acerque al menor. En mi caso que tengo una hija lo hice así, pero siempre le prohibí que entrase al cuarto de la niña", agregó.

Por su parte, la veterinaria y etóloga Esther Alonso Ramos, que es especialista en medicina del comportamiento de perros y gatos, resaltó que "en la convivencia de canes y niños, siempre hay que supervisar y enseñar normas básicas de convivencia que previenen accidentes. Hay que conocer el lenguaje canino y enseñar a padres y menores las situaciones de riesgo".