El pasado 11 de mayo, a las 13.00 horas, José Rafael Hernández Santana, el hombre que fue asesinado en la tarde de ayer presuntamente a manos de su hijo en su casa del barrio capitalino de Alcaravaneras, recibió una medalla conmemorativa por parte del Colegio de Abogados de Las Palmas para celebrar sus cincuenta años en la profesión.

A lo largo de su trayectoria profesional no sólo destacó por su profesión como letrado, sino que también lo hizo por su faceta como poeta. Tanto que en 2016 fue propuesto al Premio Canarias de Comunicación por el Colegio de Abogados, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, el Club Británico y los cónsules de Cuba, Uruguay y Estados Unidos, como expuso el colaborador de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas Luis León Barreto en un artículo de opinión publicado en este periódico en enero de 2016.

Barreto realizaba una pequeña biografía del fallecido, del que afirmaba que era "una voz personal en el mundillo literario regional; abogado con largo ejercicio profesional y poeta con medio siglo de experiencia, cultivador de la sátira, responsable de suplementos literarios y de programas culturales en prensa y televisión, es un hombre de mirada generosa, que desde 1963 hasta hoy ha dejado amplia constancia de su capacidad creativa y de su impulso a creadores de distintas generaciones".

Una de sus amigas indicaba que todos los días llevaba encima un nuevo escrito que leía a todo aquel que se paraba a escucharle. No en vano había crecido en el seno de una familia de artistas puesto que es hermano de la compositora Mari Carmen Hernández Santana.

La muerte de Pepe el abogado, como le conocían sus amistades, y de su mujer Mari provocó en la tarde de ayer una tremenda conmoción entre los vecinos de Alcaravaneras, que se acercaban a la calle Italia para informarse sobre lo ocurrido ante la amplia presencia de policías y medios de comunicación. Muchos de los consultados aseguraron que la relación entre José Rafael Hernández y su hijo Marcos no era buena desde hacía años.