Italia se encuentra concentrada en investigar a los responsables que provocaron que en la madrugada del pasado sábado una estampida humana en una discoteca de Corinaldo, cerca de Ancona, causara la muerte de seis personas.

Los medios italianos publicaron ayer que el menor que utilizó un tipo de spray picante, probablemente pimienta, fue identificado a través de los testimonios de los presentes, aunque todavía no declaró ante la Fiscalía de menores. Lo que seguramente sólo quería ser una gamberrada terminó en tragedia.

Según el diario La Stampa, el chico vació un aerosol de spray picante en el centro de la pista para estropear la fiesta a todos. El envase luego fue hallado abandonado en el local. El mismo periódico apuntó a que está siendo investigado por homicidio preterintencional.

Otra vía que estudia la Fiscalía de Ancona es la presunta responsabilidad de los propietarios de la discoteca Lanterna Azzurra, que organizaron el concierto de rap. La Fiscalía informó de que vendieron 1.400 entradas cuando el aforo máximo del local es de 870, y sólo una de las tres salas, con capacidad para 469, estaba abierta. "Los números no salen", manifestó el primer ministro, Giuseppe Conte.

"Era un spray, alguna cosa por la que no llegábamos a respirar", afirmó una asistente, que terminó herida, como otras más de cien personas. Tras oler la sustancia picante se produjo una avalancha humana hacia las salidas del local. En una de las salidas de emergencia, una barandilla cedió y decenas de chicos cayeron unos encima de los otros. "Había un muerto debajo de donde yo estaba. Había tantísima gente, y me encontraba en el medio. Todos empujaban y se me quedó la pierna inmovilizada", declaró Francesca, de 15 años.