La Habana comenzó a restablecerse este lunes del tornado más violento del que se tienen registros en las últimas ocho décadas, un fenómeno que azotó la noche del domingo el este de la capital causando al menos tres muertos y 172 heridos, de los que doce se encuentran en estado grave. Los distritos de Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre y Habana del Este amanecieron ayer con un paisaje desolador de casas reducidas a escombros, árboles desarraigados de cuajo y coches volcados o partidos en dos por la caída de postes eléctricos.

Debido a la cantidad de derrumbes no se descarta que pudieran aparecer más víctimas, según afirmó a la televisión estatal el primer secretario del gobernante Partido Comunista en La Habana, Luis Antonio Torres.

Una de las situaciones más delicadas se vivió en el hospital materno infantil Hijas de Galicia, en Diez de Octubre, donde niños, bebés, mujeres que acababan de dar a luz y otras embarazadas tuvieron que ser evacuados y trasladados a otros centros sanitarios ante los daños registrados en el edificio.

El fenómeno, que se formó al mismo tiempo en que una fuerte tormenta de lluvia y viento golpeaba el occidente cubano, afectó los servicios de electricidad, comunicaciones y abastecimiento de agua, en cuyas reparaciones ya trabajan decenas de operarios en la capital apoyados por trabajadores de otras provincias.

Todas las instalaciones turísticas de la capital cubana operan con normalidad, sin que ninguna haya resultado afectada, aclaró por su parte el ministro del Turismo, Manuel Marrero. La última vez que un fenómeno de esta magnitud afectó a La Habana fue el 26 de diciembre de 1940, cuando un gran tornado cruzó el sur de la ciudad causando casi 40 fallecidos y más de 400 heridos.