Una novia muere poco después de su boda

Samantha Miller, una mujer de 34 años, ha fallecido tras sufrir un accidente de coche junto con su marido, Aric Hutchinson, de 36, en Folly Beach, Carolina del Sur, EEUU. La pareja, que horas antes había contraído matrimonio, viajaba junto a otras dos personas en un carrito de golf, cuando un vehículo conducido por una joven ebria chocó contra el suyo. El accidente ocurrió el pasado 28 de abril y provocó la muerte de Samantha Miller en el acto, así como heridas graves a dos de los otros tres pasajeros, incluyendo su esposo.

Aric Hutchinson sufrió varias fracturas y una lesión cerebral, y tuvieron que realizarle al menos una cirugía reconstructiva. Según su madre, Annette Hutchinson, han creado una página de recaudación de fondos para ayudar a costear los gastos médicos de su hijo y el funeral de su nuera. La publicación incluye varias fotos de los recién casados, incluyendo una donde se les ve corriendo bajo bengalas justo antes del terrible accidente, y otras que muestran el estado en el que se encuentra Aric.

La conductora del vehículo que chocó contra el de los recién casados es Jamie Lee Komoroski, de 25 años. Está acusada de un cargo de homicidio por imprudencia y tres cargos de delito grave de conducir bajo la influencia del alcohol con resultado de lesiones graves. Circulaba a más de 100 km/h en una zona donde la velocidad máxima permitida era de 40 km/h. Según ‘Fox 11’, se enfrenta a hasta 25 años de prisión.

Este trágico accidente ha conmocionado a la comunidad de Folly Beach y ha servido como recordatorio de los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. La familia y amigos de Samantha Miller y Aric Hutchinson están de luto por su pérdida y han creado una página en GoFundMe para ayudar a recaudar fondos para cubrir los gastos médicos y funerarios.

La historia ha generado una gran cantidad de interés en los medios de comunicación y en las redes sociales, y ha generado un importante posicionamiento SEO en torno a términos como “accidente de coche”, “joven ebria”, “homicidio por imprudencia” y “conducir bajo la influencia del alcohol”. La trágica muerte de Samantha Miller ha servido como un fuerte recordatorio de la importancia de conducir de manera responsable y de los peligros de los comportamientos imprudentes al volante.