Tribunales

"Al menos el sargento que mató a mi hijo no se irá riendo a casa"

El padre del legionario mallorquín que falleció tras recibir un disparo en un ejercicio, confiesa que no está satisfecho con las penas: "Ninguna sentencia me devolverá a Alejandro"

Juan José Jiménez, padre del legionario mallorquín muerto de un disparo en 2019.

Juan José Jiménez, padre del legionario mallorquín muerto de un disparo en 2019. / Manu Mielniezuk

"No estoy satisfecho. Ninguna sentencia me va a devolver a Alejandro, y aunque le cayeran treinta años seguiría sin estar satisfecho, pero el sargento que mató a mi hijo por hacerse el machito en un ejercicio va ir a la cárcel, será expulsado del Ejército, y no volverá a irse riendo a casa, como hacía durante el juicio en Sevilla"La sentencia del Tribunal Supremo que eleva a casi seis años de prisión la pena al sargento que en 2019 mató de un disparo al legionario mallorquín Alejandro Jiménez y condena también, a uno y tres años, al capitán y al teniente al mando del pelotón, ha dejado un regusto agridulce en Juan José Jiménez, el padre de la víctima. Por un lado, repara la primera sentencia del Tribunal Militar de Sevilla, que solo condenó al sargento a una pena mínima. "Era una broma macabra", dice. Por otro, es a su juicio todavía insuficiente.

"Dentro de lo malo...". Juan José Jiménez repite varias veces esta expresión para referirse a la nueva sentencia, en la que el Tribunal Supremo admite los recursos presentados por la fiscalía y los padres de la víctima. El sargento que mató de un disparo a Alejandro Jiménez, de 21 años, durante un ejercicio en el campo de maniobras de Agost (Alicante) el 25 de marzo de 2019, es condenado a cinco años y once meses de prisión por un delito contra la eficacia del servicio y dos de abuso de autoridad. El teniente que estaba al mando del pelotón cumplirá tres años por los delitos contra la eficacia del servicio y desobediencia, mientras que el capitán, que no estaba presente en el ejercicio, recibe una pena un año por desobediencia, por sus intentos de ocultar lo ocurrido.

"A cualquier padre al que le maten un hijo una pena de seis años le parecerá corta", comenta Jiménez. "Pero va a ir a la cárcel, y en el Ejército las penas se cumplen íntegras. Y va a perder el uniforme, y eso implica que no podrá volver a hacer lo mismo en el futuro con otro chaval. Yo no recuperaré a Alejandro ni aunque le cayeran treinta años, pero al menos este individuo no se va a ir a su casa riendo, como hacía durante el juicio en Sevilla".

Pese a que la sentencia no llega a aclarar el motivo por el que el sargento se puso a disparar sobre sus propios soldados, el padre del joven fallecido está convencido de que "simplemente quiso hacerse el machito, para que los chavales oyeran silbar las balas cerca. Solo por eso se saltó todas las normas de seguridad. Y el teniente que estaba al mando le dejó tener su momento de gloria".

"El capitán puede dar gracias a Dios"

Respecto al capitán de la compañía, Jiménez considera que "puede dar gracias a Dios por salir con solo un año de condena, porque él fue el responsable de todo lo que vino después: ordenó a sus hombres mentir a la Guardia Civil, rompió el precinto que habían colocado y dio información falsa a sus superiores. Y todo para ocultar que se había ausentado durante el ejercicio. Va de héroe, diciendo a los soldados que él asumiría toda la responsabilidad, pero lo que intentó fue engañar a todo el mundo para librarse. Un año de prisión es poco, pero al menos su carrera militar se ha ido al garete"

Para Juan José Jiménez "es muy triste haber tenido que pelear cuatro años y medio para esto. En este tiempo me han acusado de manchar el nombre de la Legión, pero quienes han manchado a la Legión han sido ellos. Yo solo quería la verdad".

Por otro lado, el padre del joven legionario fallecido valora positivamente el voto particular del presidente del tribunal, que apreció una conducta dolosa en la acción del sargento, que no podía dejar de ser consciente del riesgo que corría cuando disparó sobre sus propios hombres.

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