La brutal muerte el pasado jueves de un cicloturista en el sur de Francia, de origen canario, de nombre de pila Roberto, que reside en la actualidad en Países Bajos y nacido en 1993, está siendo investigada como asesinato, aunque en un principio fue considerado como un accidente, y ya fue comunicada a su familia, informaron ayer domingo a Efe fuentes consulares.

El joven Roberto fue encontrado el pasado jueves día 7 de octubre por un transeúnte cuando todavía estaba con vida cerca de un camino de tierra de la pequeña localidad de Soyons, en el departamento de Ardèche, en las orillas del río Ródano [Rhône], en la región Auvergne-Rhône-Alpes, en el sureste de Francia.

El cicloturista, gravemente herido, acabó por fallecer en el hospital de la ciudad de Valence, que se encuentra en el departamento de Drôme, por las cerca de una treintena de heridas, la mayoría en la cabeza.

El camino en el que se encontró al ciclista en un charco de sangre es un lugar tranquilo, rodeado de naturaleza, frecuentado por pescadores y caminantes.

Conmoción

Esta trágica muerte ha provocado una gran conmoción en la región Auvergne-Rhône-Alpes, como en gran parte del país. Si en un primer momento se manejó la hipótesis de un accidente fortuito, las autoridades se decantaron por un posible asesinato debido a la naturaleza de las heridas, probablemente producidas por la contusión con un objeto contundente. La autopsia realizada el viernes pasado confirmó que se trata de una muerte violenta. La Policía Judicial de Valence ha abierto la investigación.

Distintos medios de comunicación galos, como el periódico regional La Dauphiné Libéré y la cadena de televisión LCI han dedicado espacio a este crimen y desvelan algunos datos aportados por fuentes de la investigación.

Michel, el hombre que descubrió a la víctima, «pensé que estaba muerto. Le toqué el hombro y empezó a moverse. Estaba gimiendo. Vi su mirada que me pedía ayuda. Su rostro estaba completamente deforme. Alerté y esperé ayuda para guiarlos hacia él. Fue tremendamente violento. Este chico fue víctima de una terrible fiereza”, como informó La Dauphiné Libéré.

«El cráneo del hombre estaba hundido. También presentaba heridas en ambos brazos, incluidas dos profundas», apunta este diario. Se baraja que el objeto que produjo las heridas sea de borde afilado.

Además, el ciclista canario Roberto sólo vestía una camiseta y los agentes descubrieron manchas de sangre, sino también en varios cientos de metros de distancia.

La bicicleta y la tienda fueron tirados supuestamente sobre la maleza a unos metros de distancia, según se constató en las primeras indagaciones de los agentes.

El alcalde de Soyons plantea la hipótesis de que el atacante podría haber querido robar la bicicleta de su víctima. Esta hipótesis sobre el origen del crimen no fue confirmada por la Gendarmería.