Un avión que llegaba de Gran Canaria, víctima de la invasión de la pista de Barajas por parte de unos activistas

Las activistas han “burlado” la seguridad del aeropuerto para acceder a la pista de aterrizaje

Activistas de Futuro Vegetal invaden la pista de aterrizaje del aeropuerto de Barajas

Tres activistas ecologistas pertenecientes al grupo Futuro Vegetal han llevado a cabo una ocupación en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Madrid Barajas en la mañana del pasado viernes. Como resultado, la pista 32R tuvo que cerrarse y el tráfico aéreo de llegada se redirigió a la pista 32L. Afortunadamente, la operativa del aeropuerto no sufrió afectaciones significativas. Actualmente, las autoridades están llevando a cabo una investigación por posibles daños, y los activistas se encuentran bajo disposición judicial.

Aproximadamente a las 6 de la mañana, tres activistas se adhirieron al pavimento en la zona cercana a una de las pistas del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Un empleado de Aena los detectó y notificó de inmediato a la Torre de control, que a su vez alertó a la Guardia Civil. Esta intervino para evitar cualquier repercusión y está investigando el incidente.

Mapa de Controladores Aéreos con la llegada del avión

Mapa de Controladores Aéreos con la llegada del avión

Los activistas lograron evadir la seguridad del aeropuerto para acceder a la pista de aterrizaje, llevando consigo una pancarta con el lema 'El Pueblo unido funciona sin partido', según un comunicado emitido por Futuro Vegetal. Con esta acción, el grupo pretende llamar a la población a organizarse y hacer frente a las peores consecuencias de la Crisis Climática, independientemente del resultado de las elecciones del 23 de julio.

En relación a los hechos, los activistas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid, según informó EFE. Después de la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, se les imputan delitos de desórdenes públicos, daños y contra la seguridad aérea.

Según la Ley 21/203 de Seguridad Aérea, este tipo de acciones constituye una infracción contra la seguridad de la aviación civil, que puede ser clasificada como grave o muy grave dependiendo de las circunstancias. En consecuencia, se establece una sanción administrativa de entre 45.001 a 225.000 euros.