El foco del fuego de Tenerife se centra en un paraje con viviendas, huertas y masa forestal

Los técnicos tenían previsto una noche más tranquila que la anterior y habrá un retén de 60 profesionales de extinción en la zona de Las Calderetas, en la parta alta de Ravelo

Camiones del Consorcio de Bomberos de Tenerife en el Carril del Polvo, en la parte alta de Ravelo. | | E.D.

Camiones del Consorcio de Bomberos de Tenerife en el Carril del Polvo, en la parte alta de Ravelo. | | E.D. / Pedro Fumero Pedro Fumero

Las autoridades del Gobierno de Canarias y los técnicos valorarán en la jornada de hoy si es posible que los vecinos de la zona alta de Ravelo, en el término municipal de El Sauzal, que fueron desalojados el lunes por una nueva reactivación del incendio que afectó a Tenerife el pasado agosto puedan regresar a sus viviendas. Así lo ha comunicado el Ejecutivo autónomo en una nota de prensa divulgada anoche.

Cabe recordar que unas 110 personas residentes en la zona de Las Calderetas, Carril del Polvo y Campo de Tiro permanecen de forma preventiva fuera de sus hogares. Estos ciudadanos ya han sido desalojados con urgencia de sus domicilios en tres o cuatro ocasiones en menos de dos meses. El hecho de que en las próximas horas se vaya a estudiar su realojo es un indicio de que el fuego en dicho enclave del norte de Tenerife se halla estabilizado. Sin embargo, el temor de una o varias rachas de viento puedan reavivar las llamas sigue presente.

Este aspecto también fue expuesto en la tarde de ayer por el alcalde de El Sauzal, Mariano Pérez, que afirmó que el fuego se encontraba estabilizado y que para la noche y la madrugada no había previsiones de rachas fuertes de viento, al menos tanto como los de 60 kilómetros por hora contemplados para la madrugada de ayer y que, al final, no llegaron a tener esa fuerza.

Se prevé que bajen las temperaturas hoy, pero la humedad no se recuperará hasta el próximo domingo

Las condiciones meteorológicas de las últimas horas del martes, con rachas de viento inferiores a las registradas el lunes permitieron trabajar a los recursos intervinientes y controlar las reproducciones de los últimos días, señalaron desde la Dirección General de Emergencias.

El operativo trabajó durante el día de ayer de forma intensa en contener el fuego en la zona de Las Calderetas, un paraje de difícil acceso en área de interfaz, donde se mezclan terrenos con casas, huertas y monte.

Se mantienen por el momento las evacuaciones preventivas de las viviendas de Las Calderetas, Campo de Tiro y Carril del Polvo, hasta que hoy se haga una nueva valoración de la situación del fuego y su cercanía a las zonas habitadas, indicaron en la nota.

Recursos

Anoche y la madrugada de hoy trabajaron en el operativo de extinción 60 efectivos terrestres entre brigadas forestales del Cabildo (Brifor), Bomberos del Consorcio de Tenerife y personal de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuerpos y fuerzas de Seguridad (Guardia Civil y Policía Local), personal de coordinación del Cecopin, Centro de Coordinación de Emergencias y Seguridad (Cecoes) y de la Dirección General de Emergencias, así como de Cruz Roja Española.

Los responsables de la extinción dejaron anoche un tercio menos de profesionales de lucha contra el fuego que en el retén establecido para la jornada nocturna de antenoche.

Fuentes del dispositivo de medios terrestres que siguió de guardia indicaron ayer que se esperaba «una noche más tranquila» que las anteriores.

Las autoridades deciden hoy si vuelven a casa o no los desalojados en El Sauzal

El alcalde de El Sauzal comentó que los medios de extinción terrestres que siguieron en el espacio de la reactivación estaba previsto que llevaran a cabo una acción más de vigilancia que de lucha real contra el fuego. «A ver si no se nos va el incendio», deseó el regidor sauzalero.

Tacoronte

Para anoche y la madrugada de hoy se esperaban temperaturas por encima de las habituales y vientos Este y Sureste, con rachas de 30 o 40 kilómetros por hora en la zona comprendida por los términos municipales de El Sauzal y Tacoronte.

Aunque hoy podrían bajar las temperaturas, la humedad no se prevé que se recupere hasta el domingo, señalan desde la administración regional.

La situación de alerta máxima declarada por la Dirección General de Emergencias por riesgo de incendio forestal en islas occidentales y Gran Canaria se mantiene por el momento, así como la situación de prealerta por calima y altas temperaturas en todo el Archipiélago, por lo que se insiste a la población que siga las recomendaciones de autoprotección frente al calor y respete las restricciones en cuanto al tránsito por senderos, así como la prohibición de encender cualquier tipo de fuego en el exterior o realizar quemas de rastrojos sin autorización expresa, entre otras.

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Personal de las Brigadas Forestales (Brifor) del Cabildo de Tenerife empieza a sentir cansancio físico después de casi dos meses de lucha contra el incendio forestal que comenzó a mediados de agosto en Arafo. Y ese principio de agotamiento se percibe en los turnos y en las noches de actividad, que resultan más largas de lo habitual, a raíz de las últimas reactivaciones en el norte de la Isla. Tras hacer frente durante dos semanas a uno de los fuegos más devastadores de los últimos años en Tenerife, en septiembre trabajaron para frenar numerosos pequeños focos calientes en el interior del perímetro y que no superaban los 200 o 300 metros cuadrados en lugares de difícil acceso, barrancos o laderas. Y desde hace una semana luchan contra reactivaciones importantes en Santa Úrsula, La Orotava, El Sauzal o Tacoronte, por ejemplo. Fuentes de la plantilla explican que no existe cansancio psicológico, pero sí físico tras un episodio tan largo. Y a esta circunstancia hay que añadir las difíciles condiciones meteorológicas, con una ola de calor tan larga en octubre, que, según los técnicos, también es una realidad inédita. Al igual que ya ha expresado en varias ocasiones el jefe de Extinción de las Brifor, Pedro Martínez, las fuentes recuerdan que se trata de «un incendio complicado», que se expande con mucha facilidad debido a la sequedad que hay en el «mantillo» de restos vegetales u orgánicos en el suelo, que sirve de «combustible» para las llamas. Comentan que si en ese material hubiera algo de humedad, los fuegos se extenderían con mayor lentitud, más a nivel del suelo y de forma menos virulenta que ahora. Además, advierten de que «nunca nos habíamos enfrentado a un episodio en el que un incendio que ya estabilizado experimente tantas reactivaciones importantes». Pero aclaran que lo relevante es que no haya situaciones que pongan en serio peligro a la población y a los equipos de extinción. Por eso, consideran necesario que «entre el alisio» y las lluvias empapen el suelo durante varios días, para que, de esa manera, se apague el fuego que avanza por el subsuelo o en el interior de troncos de árboles. |