Carlos Navarro, conocido como 'el Yoyas' tras su paso por el concurso 'Gran Hermano', se encuentra en busca y captura. Navarro no ha acudido al Juzgado de paz de Vilanova del Camí (Anoia, Barcelona) para ejecutar su ingreso en prisión, según publica 'Outdoor'. 

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La Audiencia de Las Palmas confirmó, a mediados de este 2021, la condena de cinco años y ocho meses de cárcel impuesta por un juzgado de Gran Canaria a Carlos Navarro por delitos de malos tratos y lesiones cometidos contra su exmujer, Fayna Bethencourt, también exconcursante del reality de Telecinco. 

El Yoyas estaba citado para su ingreso en prisión el pasado 14 de noviembre y al no personarse se ha decretado su busca y captura, por desobediencia a lo que dispone la autoridad judicial para su caso.

Según el citado medio esta orden de busca y captura estará vigente hasta el 3 de febrero de 2027. Si pasado ese plazo no se le hubiera localizado o él no se hubiera personado por voluntad propia, se requeriría la acción de las Fuerzas de Seguridad del Estado para su localización, detención e inmediato ingreso en prisión.

Outdoor requería la opinión de Fayna Bethencourt sobre el hecho de que su expareja esté en esa situación judicial. "Me considero afortunada de vivir tan lejos, sinceramente. Que haya que coger un avión y que haya aeropuertos y muchos kilómetros de por medio da tranquilidad, pero no puedo dejar de pensar en las mujeres que, por desgracia, tienen a esa persona al lado", contaba la exconcursante, que por ello asegura sentir "intranquilidad" porque Navarro no esté localizado.

Carlos Navarro 'El Yoyas' y Fayna Bethencourt

Carlos Navarro 'El Yoyas' y Fayna Bethencourt

"Dormía con un lápiz afilado para defenderme"

Fayna Bethencourt, en enero de 2021, dio una serie de entrevistas a la revista 'Lecturas' en la que continuó hablando largo y tendido sobre su delicada situación tras la condena a Carlos Navarro, ‘El Yoyas’.

En la actualidad, tienen dos hijos en común: una niña de 13 años y un niño de 10.

"Dormía con un lápiz afilado para defenderme", narra Bethencourt, que asimismo expande el relato para darle contexto, aunque de por sí cualquiera se puede imaginar las razones por lasque alguien dormiría con un lápiz afilado bajo la almohada.

"Me da pudor contarlo. Yo muchas veces dormía con mis hijos y él entraba y me sacaba. Una vez me arrinconó contra la pared, con su frente pegada a la mía y me cogió del cuello. Las noches siguientes dormía con un lápiz afilado para defenderme. Si hubiera cogido un cuchillo, habría admitido que estaba en peligro real. Una parte de mí no quería admitirlo", explica.

Aunque Carlos Navarro se encuentra ahora mismo en libertad en Barcelona, donde reside, tiene prohibido acercarse o mantener ningún tipo de contacto con su expareja o con sus hijos, quienes fueron precisamente los que salvaron a su madre de las garras del maltrato.

"Mi hija me pidió varias veces que lo denunciara. Con 7 años me dijo: 'Siempre dices lo mismo, que no va a volver a pasar y siempre pasa'", comentó.