San Bartolomé de Tirajana

Fiscalía pide un año y medio de cárcel al líder de las barricadas contra migrantes en Tunte

El acusado alentó a decenas de personas a causar destrozos y evitar la llegada de extranjeros al pueblo en agosto de 2020: "Esmigajamos todo lo que cojamos allí dentro y eso está inservible"

La Fiscalía de San Bartolomé de Tirajana solicita la pena de un año y seis meses de cárcel al instigador de las barricadas contra personas migrantes que el pueblo de Tunte, en Gran Canaria, construyó para evitar la llegada de extranjeros al pueblo en agosto de 2020. Por esos hechos, la Policía Canaria detuvo a dos personas, a una de las cuales el Ministerio Público acusa de un delito de odio en su escrito de calificación provisional. El juicio en su contra todavía no ha sido señalado.

A principios de agosto de 2020, saliendo todavía Canarias de la primera oleada del Covid-19 y en la desescalada de las medidas restrictivas impuestas por el estado de alarma, un gran número de personas migrantes llegó a las islas. En Gran Canaria, las administraciones buscaron centros de carácter público y establecimientos hoteleros para poder albergar a la población extranjera que arribaba a las costas y que desbordó los centros de internamiento. La Delegación del Gobierno en Canarias decidió entonces enviar a una docena de ellos a hacer la cuarentena obligada por la pandemia a la residencia escolar de Tunte, puesto que sospechaban que podían estar afectados por el virus tras haber estado unos días en el muelle de Arguineguín. Ello provocó la respuesta de muchos vecinos de la localidad tirajanera, que salieron a las calles para evitarlo. También el propio Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana mostró en un comunicado su malestar por la medida estatal.

Episodio racista

Ese clima enrarecido por la pandemia y la llegada masiva de migrantes fue el caldo de cultivo para episodios racistas como el protagonizado por el encausado, José Luis A. R. El 5 de agosto de ese año, instigó -según la versión de la Fiscalía- a un «nutrido» grupo de vecinos a evitar la entrada al pueblo de estas personas para que fueran alojados allí. 

En esa arenga llegó a decir que les dejarían instalarse en un primer momento en la residencia escolar para no generar más sospechas y ante la presencia policial que habría en la zona durante el traslado. Pero, una vez estuviera «’tó calmao’», se unirían todos para acudir al lugar «con unos marrones a cuestas y decirles ¡no!». «Le decimos al segurita «amigo, arrímese, que esto no va con usted», agregó el encausado aquel día.

"Los tirajaneros tenemos cojones"

«Es lo mismo, entramos por allí ‘pa’ dentro con el marrón, ‘esmigajamos’ todo lo que cojamos allí dentro y eso está inservible. Y fuera, se evitan problemas, ¡y después sales en el periódico! Y ponemos un anuncio «los tirajaneros rompimos esto», ¡porque tenemos cojones!», siguió gritando el hombre en medio de ese ambiente de exaltación. Según el Ministerio Público, su intención fue «extender el odio, la violencia y la discriminación contra inmigrantes susceptibles de estar contagiados por el virus de la Covid-19». Igualmente, resalta que todo ello se vio magnificado por la «situación de tensión» que se vivía en el Archipiélago en el momento en que se produjo el suceso.

Es por ello que interesa una condena a un año y seis meses de prisión por lo que considera un delito de odio del artículo 510 del Código Penal. Asimismo, solicita una multa de 2.700 euros a razón de diez euros diarios durante nueve meses. Asimismo, una pena de cinco años de inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión u oficio de carácter educativo, docente, deportivo o de tiempo libre.