Tribunales

El acusado de secuestrar dos veces al mismo hombre dice que solo se drogaron juntos

‘El paleta’ niega la versión de la víctima de que lo retuvo para robarle y asegura que eran amigos y consumieron crack en una vivienda

El acusado, de espaldas, en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial.

El acusado, de espaldas, en el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial. / B. M.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El acusado de secuestrar dos veces a un mismo hombre para robarle sus pertenencias en Las Palmas de Gran Canaria ha negado los hechos en el juicio celebrado este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Ruyman H. R., también conocido como 'el Paleta', afirmó que era amigo del denunciante, se encontraron dos días por casualidad en la calle y decidieron ir juntos a una vivienda para drogarse, algo que según él era habitual porque ambos eran tenían una adicción al crack. "En ningún momento le puse un cuchillo en el cuello", recalcó.

Su versión choca con lo que declaró la víctima y defiende la Fiscalía: que abordó a un hombre por la calle en dos ocasiones y, amenazándole con un cuchillo, le obligó a acompañarle a su casa y a otros domicilios para quitarle todos los objetos de valor que llevaba encima. El acusado se enfrenta a una pena de doce años de cárcel y a abonar una indemnización de 523 euros por dos presuntos delitos de detención ilegal y robo con violencia con la agravante del uso de arma blanca, además de una multa de 480 euros por un supuesto delito de lesiones leves.

El denunciante señaló que "no conocía de nada" al acusado antes de que lo abordara. "Nunca he estado en su casa voluntariamente. Solo estuve cuando me llevó él y obligado", aseguró en el juicio. Cuenta que la primera vez que se vieron fue sobre la tercera o cuarta semana de abril del año pasado, mientras él estaba caminando tranquilamente por la zona de Las Rehoyas y escuchaba música en sus auriculares. De un momento a otro, "aparece el chico y me pone el cuchillo delante, me amenazó directamente y me dijo: dame los anillos, te voy a robar", explicó al tribunal.

"Me amenazó directamente y me dijo: dame los anillos, te voy a robar", declaró la víctima

La víctima declaró que Ruyman H. R. le obligó a acompañarle hasta su casa mientras le amenazaba con el arma. "No había nadie en ese momento. Solo fueron unos metros de distancia desde la calle hasta su vivienda", aseguró a la hora de explicar por qué no pidió ayuda a otros viandantes. Dentro de la vivienda estaban los perros del acusado, que el fiscal sostiene que eran pitbulls o alguna otra raza considerada potencialmente peligrosa.

"Me quitó las playeras, los pantalones, la camisa y me dejó una ropa vieja que tenía", declaró el denunciante. Despojado de su ropa, asegura que fue caminando con el encausado hasta su vivienda porque quería que "le diera la televisión y alguna cosa más", pero en un momento de despiste de su supuesto captor le mandó un mensaje a su padre pidiéndole ayuda. "Mi primer pensamiento fue coger un cuchillo y salir, pero me desgracio la vida", declaró la víctima.

Amenazas con una pistola

Decidió no denunciar los hechos en ese momento y coger un avión a Fuerteventura para desconectar unas semanas, pero en la madrugada del 19 de mayo, al poco de volver a Gran Canaria, volvió a encontrarse con el acusado. "Estaba en una parada de guaguas próxima a la zona de Lugo cuando frenó un coche delante mía. Dentro estaba este hombre con dos personas más", manifestó la víctima. Cuenta que uno de los ocupantes del coche, que no fue identificado, sacó una pistola y le dijo que se metiera en el coche.

La víctima relata que le trasladaron a un edificio de Molino de Viento y le fueron llevando de una vivienda a otra, al tiempo que le quitaban el teléfono móvil, los zapatos y otros objetos de valor. "Los de las casas eran sus amigos o conocidos. Sabían que yo estaba intimidado porque estaba callado y miraba al suelo, pero como lo conocían no hacían nada", afirmó en el juicio. Cuenta que le golpearon con un hierro en la cabeza, pero no recuerda quién fue.

El denunciante salió descalzo de su segundo aparente cautiverio y pidió ayuda en un hotel

El denunciante afirma que aprovechó un momento de despiste de sus captores para salir corriendo y pedir ayuda. Así, descalzo, llegó a un hotel de la Avenida Marítima desde donde llamó a las autoridades y pudo hablar con su padre para explicarle todo. También insistió en que en el momento de los hechos llevaba al menos dos años sin drogarse y que lo que tomaba antes eran pastillas. Su padre ratificó su versión, con algunas diferencias como que en el primer encuentro con el acusado habían llegado hasta la vivienda en coche y no caminando, e insistió en que "a día de hoy" su hijo "todavía no está bien".

El fiscal interesó una sentencia condenatoria e insistió en que "no se dejen llevar por los perjuicios" porque "por la apariencia física podríamos pensar que los papeles están intercambiados". La defensa, que ejerce el letrado José Gómez Felipe, señaló algunos aspectos del testimonio de la víctima que, a su parecer, reflejan que "adolece de la credibilidad necesaria" para ser tenido en cuenta, como que refirió que tenía un golpe en la cabeza pese a que los informes médicos reflejan que fue en la nariz y en la boca o que dijo al personal sanitario en un primer momento que todo había ocurrido en Playa Chica.