La Policía Nacional continuaba ayer la investigación del robo de las 900 latas de atún del almacén de Servicios Sociales situado en el barrio de Jinámar. Los agentes aún no pueden dar detalles de las pesquisas, que siguen abiertas para localizar a los presuntos autores, según indicaron a este diario responsables municipales y policiales. Por ahora, las principales sospechas de los vecinos y el Ayuntamiento de Telde recaen en personas con condenas menores, los considerados como trabajadores en beneficio de la comunidad, que cumplen un servicio para así paliar los daños ocasionados por sus actuaciones.
Uno de los vecinos de la zona, que en ocasiones anteriores había observado a personas trasladando mercancía apostilló: "Escondían varias cajas en estos lugares y llamaban rápidamente para que un tercero las recogiese con el coche". De hecho, en diciembre se incautaron varias latas de atún que pertenecían al mismo almacén de Servicios Sociales y que se vendían de forma ilegal en el mercadillo de Jinámar. Sus precios iban desde un euro tres latas hasta tres euros si se compraban diez unidades.
Varios vecinos de la zona alertaron de que no es la primera vez que un suceso de esta índole ocurre, y que han avistado en varias ocasiones a individuos moviendo y trasladando cajas a los locales abandonados que se encuentran enfrente del almacén de la unidad alimentaria de Servicios Sociales situado en El Maipez.
Estos hechos hacen que tanto la Policía Nacional como la concejalía de Servicios Sociales, que dirige el edil del Nueva Canarias Diego Ojeda, tengan motivos para creer que podría tratarse de algún miembro de los trabajadores en beneficio de la comunidad, que nada tienen que ver con los empleados de la concejalía de Servicios Sociales, tal y como se informó ayer por error.
