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David Naranjo, director del Instituto Canario de las Tradiciones, trabaja en la página web del proyecto, al que dan visibilidad en las redes sociales.ANDRES CRUZ

"Hay que normalizar que podamos escuchar a Los Gofiones y a Quevedo"

El Instituto Canario de las Tradiciones trata de dar visibilidad entre los jóvenes al "trabajo silencioso" que desempeñan agricultores, músicos y artesanos locales

ElInstituto Canario de las Tradicionesda un paso más en su objetivo de mantener vivo el patrimonio cultural del Archipiélago con el quinto número de la revista Urdimbre, en el que trata de dar visibilidad a la labor que realizan agricultores, músicos y artesanos de las Islas. Este proyecto, que nació hace dos años con motivo del cincuenta aniversario de la agrupación musical Los Gofiones, mantiene en pie su misión inicial de hacer llegar a los más jóvenes el legado tradicional de sus antepasados, de forma que este busque su espacio junto a las nuevas tendencias musicales y sociales.

"A partir del cincuenta aniversario, Los Gofiones se plantean dar un nuevo giro en el que no solamente ponen en valor la música popular y tradicional de Canarias sino que también hacen una firme apuesta por las tradiciones de la mano, en este caso, delCabildo de Gran Canaria", aseguró el director de la iniciativa, David Naranjo. Tanto el grupo musical como el proyecto divulgativo desarrollan su labor en estos momentos en un espacio cedido por la asociación cultural Entre Amigosen el Centro Cívico de Jinámar, situado en la Antigua Gerencia, a la espera de estrenar su nueva sede. Ahí disponen a su vez de una exposición que recoge los cincuenta años de historia del grupo popular, con trajes tradicionales y elementos representativos de los encuentros musicales que ha llevado a cabo la agrupación.

El local al que esperan trasladarse antes de que finalice el año es la antigua biblioteca Simón Benítez Padilla, en el barrio capitalino de Vegueta. Las primeras obras de acondicionamiento empezarán en breve, con el objetivo de transformar el inmueble en un local de dos plantas, con la parte superior destinada a Los Gofiones y la planta baja reconvertida en un centro de interpretación de las tradiciones canarias, entendiendo en esta categoría tanto la parte musical como la vestimenta, deportes y juegos tradicionales, entre otros ámbitos. El Instituto busca lanzar allí una serie de charlas, coloquios y exposiciones temporales para acercar a los más jóvenes la cultura canaria.

"En fiestas donde se pone en valor la tradición vemos más gente disfrazada que bien vestida"

"No queremos que sea un lugar fijo sino que sea sorprendente y que, cada vez que pasemos por ahí cada tres o cuatro meses, podamos encontrarnos un espacio totalmente distinto que ponga en valor nuestras tradiciones", explicó el líder del proyecto. A su vez, buscan que sirva como un espacio lanzadera hacia otros centros culturales de la Isla y que se pueda emplazar también a otras festividades, como pueden ser la Fiesta del Queso de Santa María de Guía, "con el fin de preparar a la gente para después situarla en su contexto original, que es fuera de la ciudad". 

Sin ir más lejos, uno de los talleres en los que ya se encuentran trabajando es una formación sobre el buen uso de la vestimenta tradicional. "Observamos en numerosas ocasiones que en muchas festividades donde se pone en valor la tradición vemos más gente disfrazada que bien vestida", incidió Naranjo. Es por ello mismo que en este curso buscan a dar a conocer la importancia de ir correctamente engalanados para la ocasión porque "en ocasiones no es cuestión de que las personas quieran ir mal vestidas sino que al final por la facilidad o por estar mal informados acuden a lo primero que tienen a mano y vemos esos destrozos de la tradición en encuentros, romerías y parrandas". 

Una de las piezas que conforman la exposición de Los Gofiones.

Estas tareas de divulgación se desarrollarán a la par que la edición de su revista, que ha lanzado este viernes su quinto número a través de internet y con otros 400 ejemplares impresos que se repartirán en las distintas dinámicas que organicen. En esta ocasión el proyecto se ha centrado en la gallina campera canaria, dando pistas para detectar en el campo si estos ejemplares son autóctonos o no, así como en el folclore y la artesanía de Lanzarote, de la mano en este caso de Oliver Martín. También abordan las materias primas de la cerámica popular de Lanzarote y la evolución del transporte en la isla de Gran Canaria, entre otros temas lanzados de la mano de sus colaboradores. 

El proyecto nace hace dos años a raíz del cincuenta aniversario de la agrupación popular

"Lo que queremos hacer es poner en valor y despertar una sensibilidad que en numerosas generaciones se ha dormido o puede incluso llegar a desaparecer", incidió el director del proyecto. De esta forma, inciden en que los encargados de guardar el patrimonio cultural de Canarias siguen siendo los nacidos en las décadas de los cincuenta y los sesenta, mientras que el relevo generacional está quedando en un segundo plano. 

A través de las redes sociales y de su revista han logrado ir ampliando el público que consume este tipo de contenidos, que ahora ronda una media de entre 30 y 60 años, aunque esperan que las actividades que tienen preparadas para la nueva sede les permita alcanzar también a adolescentes y personas más jóvenes. "Tratamos de que nuestra identidad no sea algo que se exprese durante las dos semanas anteriores al día de Canarias, sino que queremos que sea algo que se normalice y que niños y adolescentes vean una isa con total normalidad, que podamos escuchar Los Gofiones y después a Quevedo, porque creemos que en parte esa pérdida de la tradición y de la canariedad llega por intentar encasillar nuestras costumbres dentro de un determinado tiempo", concluyó el director del instituto.

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