Puntas de ballet que miran hacia Europa

Doce bailarinas de la escuela municipal de Telde se clasifican para una final internacional de danza

Ensayo bailarinas de la Escuela Municipal de Danza de Telde

T. M. R.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Las bailarinas de la Escuela Municipal de Danza de Telde ensayan durante horas para prepararse de cara al concurso Global Dance Open, en el que se batirán con centros formativos de toda Europa.

Las horas de trabajo que conlleva aprender el ballet clásico desanima a muchas personas a la hora de calzarse las puntas para adentrarse en la complejidad de sus coreografías. Sin embargo, este esfuerzo resulta gratificante para algunas bailarinas, como es el caso de las alumnas de los grupos intermedio y avanzado de la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de Telde. Las jornadas de ensayos les han aupado como ganadoras en la fase autonómica del concurso Global Dance Open, que contaba con más de 70 coreografías de distintas escuelas de danza del Archipiélago, dándoles con ello un billete a Ávila para participar en la fase europea del 19 al 22 de julio.

En el caso de muchas de las alumnas, que comprenden desde los 12 hasta los 16 años, era la primera vez que participaban en un concurso de danza con proyección internacional. Sin embargo, los buenos resultados no se quedan ahí, pues ambos grupos también han logrado clasificarse para la final del certamen Dancing Stars: Vive tu sueño, que se lleva a cabo entre escuelas de toda España. Tal fue su sorpresa al alzarse con el primer puesto que, cuando les proclamaron ganadoras en el escenario de Maspalomas, reaccionaron con un grito de euforia minutos después de conocer los resultados. 

"Participamos con la intención de que las alumnas se familiarizaran con este tipo de competiciones porque en los sitios pequeños muchas veces están como encapsuladas al no saber lo que hay fuera y a eso se le suma que no se llevan a cabo tantas actividades de danza en el municipio de Telde como por ejemplo puede haber en Las Palmas de Gran Canaria o en la Península", explicó su coreógrafo Nacho Quevedo, que ofrece clases de ballet desde hace 25 años. Es por ello que afrontaron la competición sin expectativas, con el único propósito de aprender de ello, e hicieron uso de las coreografías en las que ya se encontraban trabajando de cara a la obra de fin de curso. Además del premio en metálico que implica este certamen también se ofrecen becas de formación, como la que lograron las componentes del grupo de Intermedio con una Scholarship de 3 días en el International Dance Campus Malta 2023, organizado por Blandievents.

El auge de los bailes urbanos en las últimas décadas ha dejado en un segundo plano, más focalizado en la especialización, a las versiones más clásicas y líricas de la danza. "Nuestra misión también es coger a esas alumnas, muchas de las cuales vienen solo con el propósito de participar en una actividad extraescolar, y enseñarles las bondades que tiene esta disciplina, tanto a ellas como a sus padres, de forma que después puedan asistir a un teatro a ver un espectáculo de baile y lo disfruten para que salgan de ahí con una sonrisa en sus caras", enfatiza el coreógrafo. 

Las alumnas más jóvenes de la escuela, pese a rondar los 12 años de edad, acumulan rodaje acudiendo a clases desde los tres años, en algunos casos. Por su parte, entre las que se encuentran ya en su último año en la escuela, algunas contemplan la posibilidad de dedicarse a esto de forma profesional o, en otros casos, de continuar con su formación y seguir avanzando para mejorar su nivel. Su coreógrafo explica que media decena de exalumnas ya han sido derivadas al Conservatorio de Madrid con el objetivo de que se puedan dedicar a esto de forma profesional. 

Esta nueva rutina que adquieren lleva a algunas incluso a recomendar a sus familiares que decidan apuntarse para ver cómo son las clases. "Yo me apunté porque quería hacer puntas, es algo que me encantaba ver y quería aprender cómo se hacía", explicó Noa Sánchez, una de las alumnas del grupo de intermedio que ha logrado la clasificación nacional y europea. En su caso fue su madre la primera en familiarizarle con la disciplina, pues en su momento también practicó ballet y mantenía intacto su interés por la danza clásica, lo que le llevó a tomar la decisión de acercar a su hija a los teatros para que viera cómo practicaban las grandes compañías de ballet que visitaban la Isla. "La danza me hace evadirme de mis problemas, ver que no tengo límites y que puedo seguir luchando para conseguir más metas", subrayó la alumna de la escuela.

Un resultado sorprendente

"No nos esperábamos para nada clasificarnos para la final, íbamos solamente con la intención de actuar y, ahora que nos vemos ahí, nos hace bastante ilusión porque además es el último año de muchas de nosotras y es emocionante poder terminarlo de esta manera", enfatizó por su parte Cristina Suárez, una de las integrantes del grupo avanzado. En su caso tiene intención de seguir practicando la danza como una afición en los próximos meses tras salir de la escuela. 

Por otro lado, Bianca Piolo, una de sus compañeras de grupo, ya tiene planes de mudarse a Málaga con el fin de estudiar Pedagogía de la Danza para tratar de hacer de esta disciplina su forma de vida. "No veo una vida sin la danza", enfatizó la menor, que destacó que "no solamente es un desarrollo físico, sino que también incide en la parte emocional porque sales de clases con una satisfacción muy grande al ver todo lo que estás consiguiendo". 

"El disfrute que ofrece la danza clásica no es instantáneo, como en otras disciplinas del baile, y llega cuando empiezas a tener una cierta técnica y a poder hacer determinadas cosas", explicó el profesor del grupo. Quevedo explica que aún quedan retos por cumplir para lograr que la danza adquiera un mayor peso en la sociedad, empezando por cambiar la idea de que los varones no pueden practicarla hasta potenciar la pervivencia de los concursos y los teatros que dan a conocer estas discipinas a los ciudadanos de a pie.

Suscríbete para seguir leyendo