Un héroe llamado Jesús

La rápida y heroica actuación de un bombero fuera de servicio salvó la vida de uno de sus vecinos y las casas del edificio Alcaraván, en Salinetas

Asegura que actuó por instinto, poniendo en práctica todo lo que ha aprendido durante los 20 años de servicio que acumula en el Consorcio de Bomberos de Gran Canaria

JESÚS MARTÍNEZ SEÑALA EL EDIFICIO DONDE SE PRODUJO EL INCENDIO AYER

JESÚS MARTÍNEZ SEÑALA EL EDIFICIO DONDE SE PRODUJO EL INCENDIO AYER / Juan Castro

"Actué por instinto, de forma natural como cuando estoy trabajando", explica Jesús Martínez un bombero fuera de servicio que este miércoles se convirtió en un héroe para sus vecinos del edificio Alcaraván de Salinetas, en Telde, en especial para Miguel M., a quien rescató del fuego que se había ocasionado en la cocina de su casa.

Las personas que viven en este edificio son muy afortunadas de tener como vecino a un bombero que, además, ayer descansaba en su casa después de almorzar.

"Serían las 15.30 horas cuando empezaron a tocarme fuerte en la puerta y al abrir vi el pasillo y el ascensor estaban llenos de humo", relata Jesús Martínez. Entonces, una de sus vecinas y su hijo, visiblemente nerviosos, le dijeron que el fuego salía de la casa de su hermano, que tenía la puerta abierta. Inmediatamente y sin pensárselo, cogió un extintor y evaluó la situación.

JESÚS MARTÍNEZ, EL BOMBERO QUE RESCATÓ AYER A SU VECINO DE UN INCENDIO

JESÚS MARTÍNEZ, EL BOMBERO QUE RESCATÓ AYER A SU VECINO DE UN INCENDIO, JUNTO A SU PERRO / Juan Castro

"Vi que el plano neutro -la altura que hay sin humo y que forma un corredor de oxígeno- era muy baja, lo que era señal de que había mucho humo dentro, y entré gateando a la casa. Fui a la cocina, donde las llamas me daban un poco más de visibilidad y descargué el extintor". Volvió a salir, cogió un segundo extintor y lo vació también en la cocina, el punto de origen del incendio.

Temor por la vida de su vecino

Cuando salió gateando a la escalera, convencido de que lo peor ya había pasado, su vecina y su hijo le gritaron que su familiar estaba dentro de la vivienda, y sin temer por su propia seguridad se tapó la boca y la nariz con su camiseta y se adentró, por tercera vez, en la espesa humareda "pensando que me lo iba a encontrar cadáver porque era mucho el humo". En ese sentido, apunta que las condiciones que había eran propicias "para lo que llamamos muerte dulce. Respiran tanto monóxido de carbono que se quedan inconscientes y luego mueren quemados". Afortunadamente, apostilla este bombero de 45 años, "no era su momento y se salvó".

JESÚS MARTÍNEZ PÉREZ, EL BOMBERO QUE SALVÓ AYER LA VIDA A SU VECINO DE SALINETAS

JESÚS MARTÍNEZ PÉREZ, EL BOMBERO QUE SALVÓ AYER LA VIDA A SU VECINO DE SALINETAS / LP / DLP

"Mis vecinos no saben actuar en estas situaciones y yo sí porque es mi trabajo. Nosotros no vemos el peligro, lo hacemos y ya está".

Jesús Martínez

Guiándose a ciegas siguiendo un plano mental de su casa llegó al salón, donde se puso a gritar "soy Jesús, el vecino" varias veces hasta que escuchó la débil voz de Miguel que procedía del dormitorio. Arrastrándose llegó al cuarto y tanteando lo que había delante de él y a sus lados "toqué su brazo". Entonces, lo agarró bien "y lo saqué arrastrando hasta el rellano".

"Tenía los ojos y la nariz bastante dañados y no sé si lo que escupía era sangre o saliva negra" y tuvo que ser trasladado al Hospital Insular rápidamente.

Atento a todo

Lejos de relajarse, aún con el efecto de la adrenalina de la situación, "llamé al Cecoes -aunque ya les habían avisado- a la Policía Nacional y a mi cabo, Ismael Mejías, para decirle que había apagado el fuego, pero que todavía había que refrescar la cocina y ventilar la casa y el portal porque tenían muchísimo humo".

Esa misma noche recibió la visita de la hermana y la hija de la persona que rescató para agradecerle la hazaña. Si hoy le dan el alta, se lo llevarán a la vivienda de uno de sus familiares porque la casa no está habitable en este momento.

Jesús Martínez, en uno de los vehículos del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria

Jesús Martínez, en uno de los vehículos del Consorcio de Bomberos de Gran Canaria / LP / DLP

Había salvado vidas, pero nunca fuera de servicio

Esta no es la primera vez que Jesús Martínez salva una vida, ya que antes de entrar en el Consorcio de Bomberos de Gran Canaria hace 20 años, concretamente en la estación de La Garita, trabajó en un helicóptero del GIES rescatando a personas en pateras, ahogados, en la montaña y en otras situaciones de riesgo. Sin embargo, esta es la primera vez que lo hace fuera de servicio y sin el equipo de protección individual que le ayuda a soportar altas temperaturas y respirar en condiciones adversas.

Aunque sus vecinos sí lo crean, él no se considera un héroe. Reconoce que cuando fue consciente de lo ocurrido se sorprendió a sí mismo "porque todo fue tan rápido" que ni tuvo un instante para plantearse si su vida peligraba. "Mis vecinos no saben actuar en estas situaciones y yo sí porque es mi trabajo. Nosotros no vemos el peligro, lo hacemos y ya está".