Los 33 valientes de Djibouti

La Base Aérea despidió esta mañana a los miembros del contingente que del Grupo 82 que el domingo se desplazará al Cuerno de África para luchar contra la piratería y el tráfico ilícito

Despedida del 50º Contingente Operación Atalanta

T. M. R. / Andrés Cruz

Con la bandera española ondeando en alto y mucha solemnidad, la Base Aérea de Gando despidió hoy a 33 de sus soldados, que con un amplio sentido de la responsabilidad, pero también con la emoción propia de quien sabe que va a vivir una aventura, se preparan para partir este domingo hacia una de las zonas más tensas del Océano Índico, el Cuerno de África, concretamente a Djibouti. 

Ellos son el primer contingente del Grupo 82 (Servicio de Búsqueda y Salvamento Aéreo, SAR) del Ala 46 del Ejército del Aire y el Espacio que desde 2016 se desplaza a este punto del continente africano con un avión Delta 4, para unirse al destacamento Orión y luchar contra la piratería en el marco de la Operación Atalanta. Allí estarán un mes y medio, y serán relevados por otros compañeros del mismo grupo que permanecerán en ese destino otras seis semanas más. 

Un estímulo personal y profesional

El brigada y controlador Alejandro Cabaleiro es uno de los miembros del Grupo 82 que se desplazará este domingo a Djibouti. Es su segunda misión internacional; ya estuvo durante cinco meses en Afganistán en 2013, aunque ha hecho desplazamientos cortos a otros países. 

«Lo que más echas de menos son los seres queridos. Para nosotros es duro, pero la camaradería que surge en estas misiones compensa algo», afirma este militar teldense, que confiesa que «únicamente me preocupa no estar cuando realmente te necesitan para asuntos graves». 

No obstante, «lo que más reconforta es la satisfacción de hacer algo que pueda mejorar la vida de la gente y crear un entorno seguro en una de las zonas más desfavorecidas de la tierra. El esfuerzo que supone es un estímulo para nosotros como profesionales y como personas».

Preparados para lo que haga falta

Alejandro Cabaleiro asegura que no está preocupado por los conflictos bélicos en países y zonas cercanas. «Si queremos hacer bien nuestro trabajo tenemos que tener la cabeza fría y despejada, nuestra labor no es bélica y esperamos que así se entienda. Es nuestro trabajo, estamos bien entrenados y preparados para lo que haga falta».

Para hacer un poco más llevadera la distancia, confiesa, llevará objetos personales de su mujer y sus dos hijas.

Avión Delta 4 se desplazará al Cuerno de África este domingo

Avión Delta 4 se desplazará al Cuerno de África este domingo / Andrés Cruz

Junto a él estará el capitán Carlos Tadeo, que es el supervisor táctico de vigilancia marítima y ocupa un lugar a su lado en el Delta 4. Lleva 23 años en el Ejército y esta es la segunda vez que servirá en el destacamento Orión, aunque será su «décima rotación en el exterior», ya que ha estado «en el cuartel general de Rammstein por la guerra de Ucrania, dos veces en Atalanta, seis en la Operación Sofía y también estuve desplegado en un centro de inteligencia de Reino Unido». 

Videollamadas que saben a poco

A pesar de que «siempre nos preocupa un poco» la seguridad cuando están desplegados, no siente un temor especial por la tensión en Oriente Medio y otros países cercanos al destino que va «porque para eso estamos entrenados y es nuestro trabajo». 

Cuando está fuera en una misión, lo que más añora es a sus dos hijos, que ahora tienen 6 años, «porque las videollamadas no reconfortan» del todo. 

Interior de la cabina del Delta 4

Interior de la cabina del Delta 4 / Andrés Cruz

La misión

El coronel de la Base Aérea Juan José Terrados explicó que esta misión tiene como objetivo «proteger los buques pertenecientes al Programa Mundial de Alimentos y otros buques vulnerables que transitan la región; disuadir, prevenir y reprimir la piratería y el robo a mano armada en el área de operaciones; vigilar las actividades pesqueras en el Cuerno de África y el Océano Índico occidental; combatir el tráfico de drogas, el comercio ilícito de carbón de origen vegetal y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y contribuir al embargo de armas a Somalia». 

En su discurso de despedida, Terrados advirtió a los miembros de este contingente que «no hay lugar para el error» y les alentó a «ser rigurosos» y «precavidos», sin dejar «nada confiado al azar» por el delicado contexto actual «debido a conflictos internos en países cercanos». 

Discreción

El coronel instó a los soldados que deben ser «prudentes» también cuando no estén de servicio, «cuidando unos de los otros y no discutiendo temas sensibles en lugares públicos o haciendo un empleo indiscreto de las redes sociales». En ese sentido, les recordó que «cualquier revelación de información puede conllevar un riesgo» para ellos, sus compañeros e, incluso a las familias, por lo que deben estar «siempre alerta».

La mayor parte de los 33 militares del Ejército del Aire y el Espacio se desplazará el domingo hasta Djibouti en líneas de aviación civil, mientras que el Delta 4 y la tripulación que lo llevará aprovechará los corredores seguros que están establecidos para garantizar el tránsito aéreo y esquivar las zonas en conflicto. 

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