Arqueología / Antropología

Los humanos antiguos eran más vegetarianos que carnívoros

Las poblaciones humanas de hace casi 10.000 años, conocidas habitualmente como comunidades de cazadores-recolectores, consumían más vegetales que carne

Los investigadores hallaron restos humanos en el sitio arqueológico Wilamaya Patjxa, en Perú, que muestran que las dietas de los primeros pueblos de los Andes estaban compuestas principalmente de materiales vegetales.

Los investigadores hallaron restos humanos en el sitio arqueológico Wilamaya Patjxa, en Perú, que muestran que las dietas de los primeros pueblos de los Andes estaban compuestas principalmente de materiales vegetales. / Crédito: Randy Haas.

Pablo Javier Piacente

La popular "dieta Paleo", que promueve un elevado consumo de carne, se basaba en el supuesto de que los humanos antiguos concentraban su tarea en la caza y seguían dietas carnívoras. Sin embargo, un nuevo estudio que analizó los restos de pueblos antiguos enterrados en el altiplano andino de Perú hace unos 9.000 años, concluyó que las dietas estaban compuestas por un 80 por ciento de productos vegetales y un 20 por ciento de carne. Esto se suma a un conjunto de evidencias que sugieren que las dietas prehistóricas de las comunidades de cazadores-recolectores ya eran increíblemente variadas, y que los humanos antiguos no eran necesariamente carnívoros.

Un equipo internacional de investigadores, liderado por el profesor Randy Haas, de la Universidad de Wyoming, en Estados Unidos, reveló a través del estudio de restos humanos recuperados de los sitios arqueológicos Wilamaya Patjxa y Soro Mik'aya Patjxa, en Perú, que la dieta de los humanos prehistóricos, por lo menos en América del Sur, estaba compuesta por un mayor porcentaje de alimentos vegetales y no era principalmente carnívora, como se pensaba hasta hoy.

Más recolectores que cazadores

Los arqueólogos pensaron durante mucho tiempo que la dieta humana primitiva se basaba mayormente en la carne. De acuerdo a esta concepción, las comunidades de cazadores-recolectores se dedicaban mayormente a la caza y consumían la carne de los animales capturados. Esta noción inspiró a la llamada “dieta Paleo”, popularizada por el fisiólogo deportivo Loren Cordain a principios de la década de 2000.

La “dieta Paleo” estimulaba el consumo de carne y un elevado porcentaje de proteínas como una herramienta para bajar de peso, dando como ejemplo que los humanos prehistóricos desarrollaban una buena contextura física a partir de esa dieta. En el mismo sentido, otros estudios indicaron que el consumo de carne promovió la evolución cerebral que nos hizo únicos en el planeta.

Según una nota de prensa, los resultados de la investigación de Haas y sus colegas, publicada recientemente en la revista Plos One, parecen demostrar exactamente lo contrario. En función de sus conclusiones, los especialistas consideran que la denominación de “cazadores-recolectores” debería invertirse y modificarse a "recolectores-cazadores", ya que la dieta parece haber estado dominada por los productos vegetales que nuestros antepasados recolectaban de su entorno.

Los científicos utilizaron métodos de química isotópica y modelado estadístico para revelar un giro sorprendente en las primeras sociedades andinas. "Hasta al momento entendíamos que las primeras economías humanas se centraron en la caza, una idea que ha llevado a una serie de modas dietéticas ricas en proteínas, como la Paleodieta", indicó Haas en el comunicado.

Predominio de tubérculos

Pero el nuevo análisis de los huesos humanos de los pobladores de los Andes, que abarcan desde hace 9.000 a 6.500 años, muestra que los alimentos vegetales constituían la mayoría de las dietas individuales, mientras que la carne desempeñaba un papel secundario. En concreto, los resultados químicos marcan un 80 por ciento de productos vegetales y un 20 por ciento de carne.

Los investigadores analizaron los restos de 24 individuos de los sitios de enterramiento de Wilamaya Patjxa y Soro Mik'aya Patjxa, pero además los vestigios de plantas quemadas halladas en los sitios y los distintos patrones de desgaste dental en los incisivos superiores de los individuos, que indican que los tubérculos o plantas que crecen bajo tierra, como por ejemplo las patatas, eran probablemente el recurso de subsistencia más importante.

Al descubrir que los primeros cazadores-recolectores de los Andes en Perú comían principalmente alimentos vegetales como tubérculos silvestres, Haas y sus colegas creen que otros arqueólogos podrán obtener resultados similares en otras partes del planeta. Al respecto, investigaciones previas ya aportan evidencias sobre una mayor riqueza y diversidad en las dietas prehistóricas.

Referencia

Stable isotope chemistry reveals plant-dominant diet among early foragers on the Andean Altiplano, 9.0–6.5 cal. ka. Jennifer C. Chen, Randall Haas et al. Plos One (2024). DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0296420