Astronomía / Astrofísica

Una extraña estructura en forma de serpiente ondulante atraviesa la galaxia

Posee unos 9.000 años luz de longitud y se ubica a solo 500 años luz de distancia del Sistema Solar en su punto más cercano

Un diagrama que ilustra la onda Radcliffe: la línea blanca representa su posición actual, y las manchas azules marcan cúmulos de estrellas. Las líneas verde y violeta indican posiciones futuras, en tanto que el punto amarillo es el Sol.

Un diagrama que ilustra la onda Radcliffe: la línea blanca representa su posición actual, y las manchas azules marcan cúmulos de estrellas. Las líneas verde y violeta indican posiciones futuras, en tanto que el punto amarillo es el Sol. / Créditos: Ralf Konietzka, Alyssa Goodman, WorldWide Telescope.

Pablo Javier Piacente

La onda Radcliffe, descubierta en 2020, es una enorme cadena de nubes gaseosas que recorre la Vía Láctea, dando origen a cúmulos de estrellas a lo largo del brazo espiral de la galaxia. Ahora, los científicos han confirmado que la gigantesca estructura oscila y se mueve con un ritmo específico, de forma similar a las “olas humanas” que se observan en los estadios de fútbol.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, ha publicado un nuevo estudio en la revista Nature en el que describen el movimiento oscilante de la onda Radcliffe,  aportando algo de luz sobre esta misteriosa estructura gaseosa que recorre nuestra galaxia. Aunque ya pasaron 4 años de su descubrimiento inicial, los científicos aún no han podido determinar su origen ni las causas de su comportamiento.

Una onda viajera

Liderados por el científico Ralf Konietzka, los investigadores utilizaron datos recientes de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), para asignar movimientos 3D a los cúmulos de estrellas jóvenes ligados a la onda Radcliffe. De esta forma, apreciaron que la estructura se mueve con un patrón que los físicos llaman "onda viajera".

Se trata del mismo fenómeno que vemos en un estadio deportivo, cuando la gente se levanta y se sienta en secuencia para "hacer la ola". Según una nota de prensa, los cúmulos de estrellas a lo largo de la onda Radcliffe se mueven hacia arriba y hacia abajo de una forma similar, haciendo posible que la gran estructura de 9.000 años luz de longitud oscile y se contorsione como si se tratara de una monstruosa serpiente cósmica.

“Al igual que la gravedad de la Tierra atrae a los fanáticos en un estadio hacia sus asientos cuando hacen la “ola”, la onda Radcliffe oscila debido a la gravedad de la Vía Láctea", explicó Konietzka en el comunicado. Comprender el comportamiento de esta gigantesca cadena de material gaseoso, ubicada a solamente 500 años luz de distancia del Sol, permite a los investigadores comenzar a revelar sus secretos, sobretodo su origen aún desconocido.

Identificada inicialmente en 2020 mientras se intentaban trazar las posiciones tridimensionales de los viveros estelares en distintos sectores de la galaxia, los astrónomos sostienen que la onda Radcliffe es la estructura coherente más grande que conocemos: creen que ha estado desde siempre en ese lugar, atravesando toda la Vía Láctea, solo que antes no era posible desarrollar los modelos de alta resolución de la distribución de las nubes gaseosas en 3D que facilitaron su descubrimiento.

¿En todas las galaxias espirales?

Luego de apreciar el movimiento oscilatorio, los científicos buscarán ahora confirmar algunas de las teorías que intentan explicar el origen de la onda, que van desde explosiones de estrellas masivas o supernovas hasta perturbaciones generadas fuera de la galaxia, como por ejemplo una galaxia satélite enana que choca con la Vía Láctea.

El estudio también incluye un cálculo sobre la cantidad de materia oscura que podría estar contribuyendo a la gravedad que propicia el movimiento de la onda. Los científicos concluyen que no se necesita una cantidad significativa de materia oscura para explicar el movimiento observado, ya que la gravedad de la materia ordinaria es suficiente para impulsar el fenómeno.

Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que la onda de Radcliffe parece formar la columna vertebral del brazo espiral más cercano en la Vía Láctea, su movimiento podría ser algo común a todos los brazos espirales de las galaxias, haciendo que las mismas sean aún más dinámicas de lo que se pensaba hasta hoy.

Referencia

The Radcliffe Wave is Oscillating. Ralf Konietzka et al. Nature (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-07127-3