El ya exentrenador de la UD Las Palmas, Manolo Márquez, explicó las razones de su renuncia al banquillo amarillo.Márquez presentó por sorpresa su dimisión este martes a la directiva del club amarillo. La renuncia del entrenador se produce después de la debacle del conjunto grancanario en el último partido, disputado en el estadio Gran Canaria ante el Leganés en el que perdió (2-0) practicando un juego irreconocible. "Le ha superado", aseguran desde la entidad amarilla.

Manolo Márquez contó con el respaldo de la entidad ["reclamamos calma ante la tempestad"] pero no ha podido con la presión. La era Márquez se inició el pasado 3 de julio con el anuncio de la llegada de un preparador que venía avalado por su ascenso con el filial a la Segunda B.

Sin dar motivos de su renuncia, Márquez admitió que se sentía "desubicado" a los mandos del Ferrari. "Buenas tardes. Simplemente, como ya me imagino que sabrán se ha convocado esta rueda de prensa para anunciar mi no continuidad en el primer equipo. A veces en la vida hay que tomar decisiones que a uno tampoco le gustan, pero la verdad es que cuando se decide a dar este paso; no es un calentón. He dejado pasar unas cuantas horas, ha pasado el último partido, que no ha sido motivo para la dimisión. Quería agradecer al club de darme la oportunidad de dirigir a mi equipo, al equipo del fui, soy y seré. Quiero agradecerle al presidente porque fue la persona que confió en mí. Me molesta haber faltado esa confianza (...) Pero esto es lo que hay; hay gente que me ha tildado de loco por hacer esto, pero creo que la honestidad va por delante. La persona que venga lo hará mejor que yo", determinó el ya extécnico de la UD Las Palmas.

A la hora de las preguntas, Márquez insiste que no se va por el vértigo: "Ni la presión, ni la ansiedad ni el miedo. Voy a seguir ligado al fútbol base que es de lo que disfruto en la Isla. No hay más motivo que esto. Podemos estar aquí hablando tres cuartos de hora que las respuestas van a ser las mismas". Pero sí desvela que tomar el timón el pasado 3 de julio, tras la negativa del italiano De Zerbi, fue algo precipitado. "No negamos la evidencia de que se hizo todo deprisa y corriendo. Todos pensamos que era la mejor opción, ochenta veces que me ofrecieran el puesto habría dicho que sí. Con el paso de los días me noté desubicado", valoró el preparador barcelonés, de 49 años, y cuya decisión pilló por sorpresa al vestuario.

Ante parte de la comisión deportiva [en primera fila figuraban Patricio Viñayo, director general, Toni Cruz, director deportivo y Luis Helguera, secretario técnico], explicó en sala de prensa que no regresa al filial. Trabajará en el departamento de captación, junto a Tonono, su gran valedor el pasado julio, para pasar de Las Palmas Atlético a la esfera profesional de la Primera División. "No lo veo [llevar las riendas del filial de Segunda División B]. La reglamentación no me lo permite y porque el filial ya tiene su entrenador. Le tengo mucho respeto a Suso Hernández y espero que consigan el objetivo de la permanencia en la categoría de bronce. Sólo podría entrenar en el extranjero. Me tengo que reunir con Tonono. Había algunos temas que ya estaban sobre la mesa la temporada pasada".

Con la base, sí considera que su trabajo se ajusta a su perfil, pero sin tildar de fracaso su aventura en la UD. "Califiqué la temporada pasada como un cuenta de hadas y sí que he tenido bastantes conversaciones con Tonono. Creo que hay mucho trabajo en el fútbol base y se pueden hacer mejoras". Descarta de forma tajante que le hayan propuesto o sugerido una dimisión: "No. Es una dimisión en toda regla".

Pero asegura que se sigue viendo "capacitado" para "entrenar en cualquier categoría. Es evidente que, quizá, puedes hacer autocrítica y que el equipo pueda jugar un poco mejor".

No fue un gesto de cobardía

Desmiente que sea un gesto de cobardía: "Cuando uno se suicida unos dicen que es un acto de valentía y otros de cobardía. Cobardía sería quedarme aquí y esperar a los resultados para que me echen. Eso sí que sería cobardía (...) Sigo pensando que el equipo se hubiese mantenido y pienso que se va a mantener. Hay muy buena plantilla y el objetivo se cumplirá con el entrenador que venga".

Se le trasladó si se consideraba un fracasado. Y fue irónico: "He fracasado, pues sí, si eso es lo que quiere escuchar lo diré. El equipo va decimoquinto clasificado en la jornada seis. Un fracaso es cuando haces las cosas y no tienes dignidad; no te entregas en tu trabajo€ El Espanyol B descendió de Segunda B a Tercera pero cuatro jugadores de esa plantilla están siendo titulares con el primer equipo. Eso no es un fracaso. Al igual que tampoco considero un fracaso que jugadores como Fabio, Borja o Benito estén en el primer equipo".

No traslada impedimentos a que Valerón y Paquito sigan vinculados al plantel profesional. "Tanto Valerón como Paquito van a continuar. A partir de ahí, no es una pregunta que yo pueda responder", en relación a la configuración del nuevo plantel.

Márquez desveló ayer su decisión a los cuatro capitanes [Jonathan Viera, Vicente Gómez, David García y Aythami Artiles]. "Hablé con los cuatro capitanes cuando tomé la decisión. Quería transmitirles lo que había pasado, luego recibí alguna llamada de algún jugador, pero nada, normalidad". Y abre la puerta a volver a la UD: "Nunca se sabe. Hace tres meses no se sabía esto, hace cuatro no pensaba que fuera a ser yo el entrenador". Tampoco se arrepiente de tomar el timón. Había que elevar el surrealismo: "No me arrepiento. De ochenta veces que me lo ofreciera, ochenta diría que sí. Lo que veo es que no acababa de llenarme y, simplemente, no hay muchos más motivos que explicar. Los jugadores estaban conmigo. Es una decisión más personal que otra cosa (...) A mí me da la sensación de que no llego a transmitir lo que yo quiero. Es un problema más mío que de los jugadores. Sé que estáis esperando un titular explosivo; pero no lo hay".

Se siente frustrado, por una renuncia surrealista, en la que no ofreció argumentos de peso: "Estás un poco frustrado porque cuando tomas un cargo esperas que las sensaciones sean diferentes (...) Aprendí muchas cosas. Algunas ya las sabía. Más que aprender, me llevo. Me llevo experiencias, me llevo la satisfacción de haber entrenado al club al que he deseado entrenar durante toda mi vida y que el club apostase por mí".