En la primera aventura de Jonathan Viera en la selección española la actualidad tiene un principal, y casi único, nombre propio. Todos, en la concentración y en el resto del país, hablan sobre Gerard Piqué, en el ojo del huracán, símbolo en Las Rozas de la tensión que se vive en el país por la crisis con Catalunya. En medio de todo ello se encuentra el mediapunta de la UD Las Palmas, que ayer vivió su segundo y tercer entrenamiento a las órdenes de Julen Lopetegui en una jornada que fue de doble sesión (por la tarde a puerta cerrada).

En la nómina de convocados del seleccionador solo hay un jugador con el que ha coincidido Jonathan Viera en la misma plantilla. Se trata de Saúl Ñíguez, con quien coincidió durante una temporada completa -la 2013-14- en el Rayo Vallecano, con Paco Jémez en el cargo. Con el actual jugador del Atlético de Madrid fue con quien más dialogó el grancanario, que tiene en David Silva y a Pedro Rodríguez a dos paisanos en el día a día en Las Rozas.

Este miércoles el equipo tendrá su última jornada de doble sesión antes de desplazarse el jueves a Alicante, donde se medirá el viernes a Albania, rival ante el que la selección española podría firmar su clasificación al Mundial de Rusia. Esa situación allanaría el camino para el debut de Jonathan Viera, que todo apunta que será muy difícil que se produzca en la cita de este viernes. El lunes, en Israel, tiene más papeletas el grancanario.

Y es que la competencia se multiplica en su posición. En una lista con 25 jugadores, hombres como David Silva, Isco, Marco Asensio, Koke, Saúl Ñíguez, Pedro o Thiago le cierran el paso. Además, Rodrigo y Callejón, que fueron convocados desde el pasado viernes, también son alternativas para los puestos de extremo y de mediapunta.

Un respiro en Las Rozas

Pero en el día de ayer el gran protagonista fue, de nuevo, Gerard Piqué. La selección española recuperó la calma tras un lunes repleto de insultos de aficionados al defensa del Barcelona, con el seleccionador Julen Lopetegui intentando que sus jugadores pongan la mente en el encuentro ante Albania. Las puertas abiertas de la primera sesión de España provocó el rechazo unánime de todos los aficionados a Piqué. En uno de los días más tristes que se recuerdan en La Ciudad del Fútbol, el central catalán se entrenó 23 minutos acompañado de cánticos en su contra e insultos que desaparecieron el martes.

Tan solo quince minutos abiertos a los medios de comunicación y sin público, para que la selección española recuperase la tranquilidad y se centrase en lo deportivo. Todos los focos de las cámaras apuntan a Piqué, que se ejercitó con normalidad y no ha mostrado ningún ademán de tener intención de abandonar la concentración de la Roja.

Lopetegui contó con los 25 jugadores convocados tras el regreso de los que en la sesión del lunes completaron una jornada de recuperación en el interior de las instalaciones. Ya a puerta cerrada tras el calentamiento y los rondos abiertos a la presencia de medios, el seleccionador comenzó a probar lo que tiene en mente para el primero de los duelos que deben sellar el pase de España al Mundial.

Sin ninguno de sus '9' titulares por la ausencia de Diego Costa, que no podrá jugar hasta enero con el Atlético de Madrid, y la lesión muscular de Álvaro Morata, Lopetegui comienza a ensayar fórmulas para decidir si apuesta por un nuevo delantero centro o repite la fórmula por la que apostó ante Italia, con falso nueve.