La UD Las Palmas se juega esta tarde (17.30 horas, beIN LaLiga) su dignidad como equipo ante la Real Sociedad. Situada a 10 puntos de la salvación, más otro por el golaverage perdido con el Levante, al cuadro de Paco Jémez sólo le queda competir con honor para lavar la pésima imagen que se ha labrado durante toda la temporada y que le tiene virtualmente en Segunda División a falta de siete jornadas para la conclusión del campeonato.

Así que, más que los puntos, los amarillos se juegan hoy su nombre, aunque todavía haya cabida, mientras las matemáticas lo permitan, para un milagro en forma de permanencia. Son muy pocos, los más optimistas de todos, los que creen que ese hecho tan extraordinario todavía puede suceder. Sin embargo, la sensación que desprende el grupo y la afición en general tras la derrota en el Ciudad de Valencia (2-1) es de resignación por un descenso inminente.

Quizá a partir de ahora empiece a jugar a favor de la UD el haberse quitado una buena cantidad de presión tras la final perdida el domingo pasado. En este punto, Las Palmas, ya sentenciada, no tiene nada más que perder en lo deportivo, por lo que ese nuevo contexto, por otro lado, puede hacerle obtener por fin una racha de resultados positivos que no ha tenido en toda la campaña.

El conjunto de Jémez viene de realizar un buen partido contra el Levante, a pesar del resultado. Por eso, el técnico no hará muchos cambios en el 'once' que saltará hoy al césped del Gran Canaria. Alejandro Gálvez es baja por acumulación de amonestaciones y su puesto en el centro de la defensa lo ocupará Ximo Navarro, que vuelve tras cumplir sanción y formará junto a David García, goleador frente a los granotas.

Tampoco podrá participar Momo, que se perderá lo que queda de Liga por una rotura en el isquiotibial. Su lugar, en principio, lo ocupará Calleri, suplente en Valencia, lo que implicaría el traslado de Ezekiel, desconocido hasta hace seis días, a la banda izquierda.

Por lo demás, en principio Chichizola jugará en la portería, Aguirregaray y Dani Castellano en los laterales, Javi Castellano y Etebo en el doble pivote, Halilovic en la derecha y Erik en la delantera, por lo que el sistema volvería a ser el 4-4-2 que bastó para dominar al cuadro de Paco López durante la mayor parte del choque.

El regreso de Tana

La única posible variante es la inclusión de Tana por Erik, lo que significaría que el centrocampista jugaría por la izquierda y Ezekiel acompañaría a Calleri. Tanausú Domínguez regresa a la convocatoria después de dos partidos en la grada como castigo por su falta de actitud en los entrenamientos, según el propio Jémez, que esta semana lo ha visto más implicado.

En frente, la Real Sociedad llega a la Isla sin la ilusión de poder alcanzar los puestos europeos -el sétimo está a nueves puntos- y con la tranquilidad de tener la zona de descenso a 14 puntos, es decir, que no se juega nada. Esa situación habría cobrado más importancia de haber ganado la UD en el Ciutat, aunque quizá pueda servir como buen punto de partida para obrar el milagro.

A pesar de que llega con bajas importantes como las de sus dos porteros principales, Rulli y Moyá, además de Odriozola y Xabi Prieto, todos por lesión, lo relevante en el cuadro txuri urdin es el cambio que ha dado tras la llegada de Imanol Alguacil al banquillo hace dos jornadas en sustitución de Eusebio Sacristán. El exfutbolista ha dotado al equipo de una mayor solidez defensiva con un sistema 4-2-3-1 en lugar del 4-3-3 anterior.

La grada

Otro de los alicientes del partido de hoy será la respuesta del Estadio de Gran Canaria una vez asumida la casi imposibilidad de lograr la salvación. En los últimos días, diferentes sectores de la afición amarilla han llamado a llevar a cabo una protesta generalizada durante el encuentro, quejas que irán dirigidas tanto al césped como al banquillo y al palco, huérfano de presidente desde el 17 de febrero.

En cualquier caso, y a pesar de que el mensaje sea más de luchar por uno mismo, por el escudo y hasta por la familia, en el césped se juega un partido que puede significar para la UD una rendija hacia la esperanza o la sepultura definitiva.