36 operaciones y un ridículo histórico. Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD, pidió "perdón" a la masa social y a la nómina de fieles de la entidad grancanaria tras el esperpento deportivo de este curso liguero -cuatro entrenadores y 17 fichajes-. "Me disculparía uno por uno ante los aficionados, les pediría perdón uno por uno (...) Nos hemos arrastrado y hemos pecado de ir un poco de sobrados", aseguró el principal ejecutivo. Además, tras anunciar la no continuidad de Luis Helguera, confirma que no habrá movimientos en el organigrama deportivo.

Además, anuncia que los abonados no pagarán la próxima campaña. Carné gratis. Y desvela que recibió dos propuestas de compra de la UD, una de inversores chinos y otra de un grupo empresarial de doble nacionalidad -americano y ruso-. Desecha la opción de dimitir y defiende la "gestión económica". "No hay garantías de que no nos volvamos a equivocar, nuestra única garantía es la gestión". "Seguiré luchando por este club y para motivar a los aficionados. Me ha sorprendido mucho cómo se ha desatado una ira hacia mi persona. En el fútbol la memoria es corta, pero durante 13 años, llega el primer fracaso deportivo (...) Tampoco se valora lo que hemos hecho económicamente, afrontando la construcción de una ciudad deportiva que cuesta 18 millones de euros sin ningún tipo de ayuda y con fondos propios".

Abonos gratis para una nómina de fieles desencantada, que reclamó su salida de la UD: "Es un paso que tenemos que dar, después del desencanto es lo mínimo que se merecen (...) El club quiere recompensar ese esfuerzo, creo que es lo mínimo que podemos hacer. Pido perdón por el descenso", insistió el mandatario.

De disparate en disparate

Ramírez reconoció la falta de acierto a la hora de seleccionar los rostros del proyecto. "La toma de decisiones se hace siempre desde la rectitud de intenciones con el fin de conseguir mejores resultados. Hemos hecho 36 operaciones este año (...) Es evidente que hemos fallado mucho en la adquisición de jugadores. En verano dije públicamente que habíamos confeccionado la mejor plantilla del club. Así lo era en lo económico, era la más cara de la historia. Pero el equipo no estuvo a la altura, no fuimos capaces de hacer un gran equipo. Nos hemos arrastrado por la Primera División, considero que el escudo y la historia de la UD no se merece la imagen que hemos dado. Hablo de mí, del Consejo de Administración y del club. Estamos bastante decepcionados y desilusionados. Ha sido un jarro de agua fría. El club creía siempre que íbamos a reaccionar".

Elude utilizar el término ascenso a la ligera. Habrá que sudar sangre. "Hablar de ascenso el año que viene es faltar el respeto a los otros 21 equipos de la categoría. Es el objetivo y seremos uno de los equipos con mayor presupuesto, pero no por eso tenemos el ascenso al alcance de la mano. Tenemos que tratar de garantizar el mejor equipo para afrontar la temporada e ir todos a una para reconquistar la Primera".

Garantías y la remodelación 'light' de la estructura deportiva

Luis Helguera, secretario técnico, abandona el club y Ramírez avanzó que no habría más novedades. ¿Quién salvará a la UD de más 'Pakos' y 'Emenikes'? ¿Qué garantías tiene el abonado de que no se repitan más disparates? "Los abonados no tienen garantía de que no se repitan los mismos errores. Esto es fútbol. Mientras yo lo dirija, te garantizo que nunca entrará en pérdidas. Pasamos de un patrimonio de -72 millones [en negativo] y ahora a +30. Lo que garantizo es lo que depende de mí, de llevar las cuentas como se tienen que llevar. Yo no marco los goles. La garantía es que el club nunca va a correr riesgos de desaparición. Ya no tenemos denuncias de los jugadores por no cobrar. Esa es mi garantía: la garantía de gestión y de no generar deuda. Nadie puede garantizar ascensos. Nosotros podemos poner empeño y profesionalidad". Aprovechó una de las cuestiones para escenificar un tirón de orejas al plantel. "La afición No se merece la imagen que hemos dado. Hemos arrastrado los colores y el escudo esta temporada".

Pero reclama completar los análisis con perspectiva. "En los últimos 30 años hemos estado cinco en Primera. Parece que llevábamos toda la vida en Primera, y la realidad es que hemos estado más años en 2ªB que en Primera. Estos tres años en Primera". Bajar al infierno de plata implica una pérdida de "entre 28 y 30 millones de euros en relación a los derechos de televisión. En publicidad perderemos 4-5 millones de euros. Pero no me preocupa porque he llenado las arcas del club para afrontar una situación como esta. Perdemos mucho económicamente, pero perdemos más en el orgullo y en el sentimiento de nuestra afición. Ese amor propio ha sido dañado con este descenso y queremos compensarlo lo antes posible. De ahí que tomemos la medida de los abonados. Cuando decían que el abono era caro, que el que se haya abonado estos tres años pueda dividir ese gasto en cuatro, porque le va a valer para el año que viene".

Cantera y guiño a Juan Manuel Rodríguez

La filosofía de producir valores del Roque Nublo se mantiene inquebrantable. "Con estos jugadores y con los que estamos trabajando, seremos un equipo competitivo e ilusionante para devolver la esperanza a los aficionados para cumplir el objetivo. Este año hemos desnaturalizado nuestro proyecto de cantera. Con las continuas decisiones tomadas salieron muchos canteranos. Esperamos poder rectificarlo en nuestro próximo proyecto, así va a ser". Matizó el paso de los cuatro entrenadores, de Márquez a Jémez.

Y aplaudió el trabajo de Juan Manuel Rodríguez con el filial, que acaricia la salvación, cuando restan solo tres jornadas para el final: "Solo hemos cesado a un entrenador, Manolo Márquez dimitió pensando que le quedaba grande. Cesamos a Pako Ayestarán y Paquito estuvo cuatro partidos hasta que llegó Jémez. Es curioso que de cuatro entrenadores solo cesamos a uno. Otro ejemplo lo tenemos en nuestra propia casa, con el filial que estaba a 14 puntos de la salvación y Juan Manuel Rodríguez lo salvará, si Dios quiere. Los fallos que hemos cometido no tienen parangón. Siempre tratamos de tomar decisiones con rectitud de intenciones, pero no han sido correctas. No hemos acertado con entrenadores ni con la gran mayoría de jugadores".