Nunca una batalla bajo la lluvia dio para tanto. Cuatro goles, carrusel de ocasiones, un lesionado y un juez de negro. Noventa minutos en la caldera del pánico. Duelo de psquiátrico. Un punto en el zurrón y una tonelada de compasión. Piedad amarilla en el diluvio. Igualada amarga ante un rival eléctrico. La UD se apiadó del RCD Mallorca (2-2) y arrancó su octavo punto foráneo del curso en Son Moix en un choque marcado por la fuerte lluvia que cayó en el recinto bermellón. Mir y Rubén adelantaron a los amarillos, al cuarto de hora, pero los pupilos de Vicente Moreno se rehicieron para equilibrar la contienda en un final del primer acto de vértigo.

La nota negativa fue la lesión del capitán David García, que provocó la entrada y debut de Deivid en Liga. El Moña y sobre todo Araujo fallaron dos muy claras en el tramo determinante de la batalla. Fue una lástima, tablas con aroma a decepción, que para colmo contaron con polémica arbitral. El colegiado Pérez Pallas anuló un gol de Rubén, otro más, por presunta mano en la acción previa de Araujo. El argentino, en su gesto característico, controló con el pecho pero llevó al error del juez de negro. Y Jiménez explotó en rueda de prensa. Ganaron Dépor, próximo rival, y Granada. Este punto es un funeral.

Del aroma mágico del tridente al pavor. La UD entregó dos goles en tres minutos fatídicos y alcanzó el descanso con el 2-2 en el electrónico de Son Moix. Mir (7') y Rubén Castro (14') pusieron en franquicia a los de Jiménez con una ventaja que parecía suficiente para conquistar el feudo bermellón. Pero fue una mentira.

La insistencia y fe de los pupilos de Vicente Moreno generaron seis saques de esquina de forma consecutiva y llegó en el 42' el 1-2 de Junior. Ahí se desató la descomposición total. Un tiro inocente y blandito de Gamez no fue atrapado por Raúl Fernández, que dejó el cuero franco al extremo local de Costa de Marfil.

Solo tres minutos después, y en el último fotograma del primer acto llegaba la igualada de Juan Diego Molina Martínez 'Stoichkov'. Letal arriba, con dos tantos de cine en el inicio, pero luego sometida por un Mallorca osado e intenso. Ver para creer. Del éxtasis al despropósito. Vuelve a la retina del aficionado amarillo, el pésimo bagaje defensivo en Almería. La UD se fue derritiendo con el paso de los minutos. Entregó el balón a un Mallorca desatado, con Aridai y Junior como protagonistas. Ceder la posesión y el control, fue un pecado mortal. El conjunto bermellón, un recién ascendido, solo maneja un tope salarial de 4,5 millones, 15 'kilos' menos que el gigante amarillo. Pero llegó el descanso.

En esa primera parte vertiginosa, de idas y vueltas, Jiménez cumplió con los pronósticos y apostó por el 'tridente diabólico' de inicio. Este partido de locura comenzó con un envío desde la derecha y remate de Araujo con el hombro que termina por encima del travesaño de Reina. Fue el primer aviso de esta generación del pánico. Con Mir, Rubén y el Chino, siempre pasa algo. El argentino se mostró incisivo por la izquierda, con Mir y Rubén como estiletes. Más desdibujado estuvo Galarreta, un coladero por la derecha e incapaz de frenar a Junior, que hizo el partido de su vida. El cuadro isleño abortaba el peligro con contundencia y tenía en la sala de máquinas a dos perros de presa como Timor y Javi Castellano.

Salva Sevilla y Pedraza no podían recibir. Y en una acción coral, pase de Rubén Castro a la derecha, y Rafa Mir fusila a Reina con un misil de uranio. Control y latigazo sin celebración. El tanto llegó precedido de un robo de Araujo y del nervio de Juan Cala en la presión a la salida de balón del Mallorca. El pase fue del Moña y Mir no lo celebró. Este tridente es bendito.

En el 10', Aridai Cabrera, que firmó una hora de partido sideral, desperdició la más clara para el cuadro balear, que percibió que era su tarde. Carrusel de concesiones. El grancanario supera la entrada de De la Bella y Cala y su disparo fue repelido por Álvaro Lemos sobre la línea de gol. De la habilidad de Aridai, al rugir del tridente. Mir conecta con Araujo, y el tiro seco del argentino lo empuja a la red Rubén Castro para poner fin a la sequía de cinco jornadas. Era el minuto 15, y quedaba patente el talante criminal del ataque total.

Mir controló con el pecho, esperó el instante preciso para dar con Araujo, en la izquierda. El argentino se deshizo de su defensor para propinar un chut salvaje. Rubén, con la picardía precisa, hizo el 0-2. El Mallorca hizo un ejercicio de fe imperial. Insistencia, rabia y velocidad. La UD, con la clara ventaja, se fue descomponiendo poco a poco. Amarilla para Galarreta, por una entrada a Aridai, y segundo aviso claro del bloque de Moreno. Resulta inconcebible cómo la UD desertó del encuentro.

Despistes fatales

Llega la fase fatídica. Centro de Salva Sevilla, tras superar a Lemos, y Stoichkov golpeó mal el esférico. No acertó en el instante preciso. Imperaba la ley del tridente, pero las acometidas de Junior tenían mucho peligro por la derecha. Galarreta y Lemos padecían en exceso. Y fue Raillo, sin oposición, el que desaprovechó la tercera clara ocasión para el Mallorca. Otro vez se encendió el piloto rojo. Atajó Raúl Fernández de forma bendita.

Seguía el bombardeo del Mallorca. Nuevo saque de esquina, y pánico en las bandas. No había manera de frenar a Aridai y al cohete Junior. Despertaba la UD de su letargo con un gran pase de Araujo para Rubén Castro. El Moña probó fortuna y Reina salió victorioso. Engordaba el 'festival Junior'. Pero fue con un error clamoroso de Raúl Fernández, el que catapulgó al Mallorca. Así se desató la locura. Centro suave de Gamez y no atrapa el meta amarillo, que deja el balón franco para Junior. Solo había que empujar el cuero al fondo de la red. Resucita el cadáver (42').

Y en el 45', ante la descomposición total, Stoichkov hizo el segundo. Descanso y cambio de roles. La UD, con Tana y Sacko, gozó de mayor verticalidad. Salió Deivid para suplir al lesionado David García. Rubén y Araujo fallaron dos muy claras, y al final del abismo, un tanto del Moña legal, no subió al marcador por una mano 'invisible' de Araujo. El Chino asistió al isletero, al que también le anularon un tanto ante el Almería. Un gol legítimo. Tablas con aroma a funeral. Un punto raquítico bajo el diluvio. Y vuelve la polémica del VAR. De escándalo en escándalo, a Las Palmas le faltan puntos de visitante. Con el tridente solo no basta, faltó contundencia en el jardín de Raúl Fernández y no conceder pecados mortales imperdonables ante un Mallorca desatado.

Asfixiado, el bloque de Moreno terminó reclamando la hora. La UD computó méritos para sumar la victoria. Pero se quedó a medias, una vez más, y afronta el pulso ante el Dépor, del sábado, con una urgencia máxima.

Ficha técnica:

RCD Mallorca: Reina; Fran Gámez, Xisco Campos, Raillo, Salva Ruiz (Estupiñán, m.75; Franco Russo, m.86); Aridai (Pablo Valcarce, m.70), Pedraza, Salva Sevilla, Dani Rodríguez; Stoichkov y Lago Junior.

UD Las Palmas: Raúl Fernández; Lemos, David García (Deivid, m.56), Cala, De La Bella; Ruiz de Galarreta (Sacko, m.77), Timor, Javi Castellano; Araújo, Rubén Castro y Rafa Mir (Tana, m.63)

Goles: 0-1, m.7: Rafa Mir; 0-2, m.13: Rubén Castro; 1-2, m.41: Lago Junior; 2-2, m.44: Stoichkov.

Árbitro: Pérez Pallás (Comité Gallego). Amonestó a los locales Xisco Campos, Raillo y Pedraza, y a los visitantes Lemos, Ruiz de Galarreta, Javi Castellano, Sergio Araujo y Sacko.

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Liga 1/2/3 disputado en el estadio Son Moix ante 5.835 espectadores. Llovió con intensidad durante varias fases del encuentro.