Hacía tiempo que la UD Las Palmas no se encontraba en estas. Marchaba por delante en el marcador por méritos propios, había realizado un papel más que digno frente al segundo clasificado, el Granada, e incluso había hecho olvidar las cinco bajas con las que llegaba a Los Cármenes, pero le empataron en el minuto 90 y eso es lo que cuenta. El empate (1-1) deja a los amarillos en una situación en la que alcanzar los puestos de promoción parece ya una quimera. Todavía, según las cuentas de la lechera que hacen el técnico y el vestuario, cabrían tres tropiezos más, pero el resto tendrían que ser victorias y la UD no da para más.

Porque en la ciudad nazarí se adelantó gracias a un gol de Timor en la segunda parte (72') tras una buena jugada entre Srnic, Rubén y el valenciano, recuperó el control después del dominio local en el que Raúl se disfrazó de héroe y, pese a todo, acabó por recibir un gol, de Quini, al borde del final, en una jugada desgraciada.

Pepe Mel solventó el rompecabezas generado por las cinco bajas con las que contaba -Lemos, Fidel, Blum, Araujo y Rafa Mir- sin complicarse en exceso. Ni siquiera cambió el sistema, sino que apostó por el mismo 4-4-2 que ya había dispuesto frente al Deportivo y el Mallorca, sólo que que con dos jugadores fuera de posición. Así, Ruiz de Galarreta jugó por la izquierda y Maikel Mesa como delantero en paralelo a Rubén, no por detrás, lugar que le resulta más familiar.

Las Palmas tardó en encontrarse a sí misma. Los primeros compases del partido transcurrieron en medio de un desconcierto táctico en el que Timor y Ruiz de Galarreta se intercambiaban de posición y en el que Srnic, que por primera vez desde que llegó a finales de enero salió de inicio, por la derecha, corría para todos lados sin dar la sensación de que sabía lo que tenía que hacer. Eso lo aprovechó el Granada para apretar por las alas. Primero, Quini, tras una arrancada desde el lateral derecho, disparó alto desde muy lejos (3'); luego, el otro lateral, Adri Castellano, provocó la cartulina de Curbelo (5'), que quedaría condicionado para el resto del choque.

La UD, aturdida, pero sin pasar apuros, no elaboró una jugada hasta el minuto 12, aunque tal combinación, que suponía su despertar, acabó con el balón en el área de Las Palmas. No por la presión del rival, sino por su falta de ideas. Esa acción acabó con una falta de Curbelo como consecuencia de un control horroroso que bien podría haberle costado la segunda amarilla antes de llegar al cuarto de hora de juego. En el saque de la misma, Montoro, ex de la UD y que llegó a tiempo para la cita después de estar entre algodones durante la semana, intentó sorprender a Raúl desde su propio campo. El vasco recogió el globo sin problemas.

Sin embargo, esa acumulación de toques de banda a banda, pasando por lo centrales, dio paso a un cuarto de hora de dominio amarillo, a pesar de que no creó ningún peligro en la portería del guardameta menos goleado del campeonato (18), Rui Silva. De hecho, la mejor ocasión de la UD en toda la primera parte ni siquiera valió. Cala remate de cabeza solo en el área pequeña tras un gran centro de Timor desde la izquierda en el saque de una falta, pero el sevillano estaba en fuera de juego. En cualquier caso, el portugués había rechazado la pelota con una buena parada (25').

Antes (17'), Timor lo había intentado con un disparo con la zurda desde la frontal del área que se fue por encima del larguero, y Ruiz de Galarreta había encontrado a Srnic tras un buen desmarque del serbio, que acabó tan escorado que su disparo con la izquierda, flojo, acabó en las manos de Rui Silva (19').

Mientras, el Granada, que si ganaba se colocaba líder, no demostraba ambición por ir a por el partido. Se trata de un equipo que vive bien sin el balón para aprovechar la velocidad de Vadillo y del grancanario Dani Ojeda por las bandas en el contraataque. En cualquier caso, daba la impresión de que, cuando quisiera y apretara un mínimo, intimidaría a Raúl. A la media hora, una buena triangulación del cuadro nazarí acabó con el isleño solo en el área. Sin embargo, por no tirar, la puso donde no había nadie.

Los de Diego Martínez culminaron ese arreón con la ocasión más clara del primer periodo en la siguiente jugada. Castellano aprovechó el pasillo que dejaron Curbelo y Aythami y disparó desde dentro del área con su pierna buena, la zurda, pero Raúl desvió el balón a córner estirando el brazo hacia arriba. La UD pudo superar su breve momento de debilidad a través de una posesión de balón estéril, más para respirar que para crear, salvo cuando en el tiempo añadido (46') Ruiz de Galarreta trató de encontrar nuevamente a Srnic con un pase por encima de la defensa. Esta vez no lo consiguió.

El panorama no cambió en el inicio de la segunda parte. A pesar de que Las Palmas fue el único equipo que consiguió siquiera acercarse al gol por medio de un remate de Peñalba con la zurda desde dentro del área que se fue a las nubes (47'), ninguno de los dos demostró ser superior al otro. Ese primer cuarto de hora transcurrió entre faltas, tarjetas, protestas del público y, sobre todo, el miedo de ambos de ir a por los tres puntos.

Nada hacia presagiar que la cosa fuera a cambiar, sin embargo, como esta UD es impredecible, el cuadro de Mel dio un paso al frente a media hora del final y sólo con eso consiguió acular al Granada y acercarse a la portería de Rui Silva hasta que le llegó el premio del gol. Antes, tanto el propio Timor como Aythami habían estado a punto de lograrlo. El primero (68') con un zapatazo desde casi el centro del campo que obligó al portugués a desviar el balón a córner; el segundo (69') con un remate a la salida del mismo a poco metros de la línea de gol que tocó en la mano de Azeez. El árbitro no vio penalti.

Pero la UD, por fin, vería portería gracias a su atrevimiento. Sin alardes, pero hizo más que su rival. Además, el gol llegó producto de una gran jugada de combinación en la que Srnic apareció por el centro en tres cuartos de campo, abrió a la izquierda para aprovechar el buen desmarque de Rubén Castro y el isletero, que tuvo la paciencia justa y necesaria para esperar al mejor momento dar el pase, puso el balón atrás para que Timor, que llegaba como un avión desde atrás, disparara fuerte y seco, cruzado, con la zurda, y marcara el tanto amarillo.

El gol hacía justicia, pero el Granada no estaba dispuesto a marcharse al vestuario sin más. Raúl Fernández se convirtió en el héroe con dos paradones a sendos disparos de Dani Ojeda (76') y Quini (78') desde la frontal del área. Sin embargo, la crueldad se cebó con la UD cuando menos lo merecía. Así es el fútbol. Las entradas de Dani Castellano y Momo por Maikel y Ruiz de Galarreta dieron aire y balón al equipo, que había dejado de sufrir. Pero cuando el choque llegaba al minuto 90. Quini aprovechó un rechace en la frontal, con Raúl fuera de la portería porque había salido a despejar, para conseguir el empate.

- Ficha técnica:

Granada (1): Rui Silva; Quini, Germán, Martínez, Adri Castellano; Montoro (Albeto Martín, 61'), Azeez; Vadillo, Fede Vico, Dani Ojeda (Puertas, 77'); y Rodri (Adrián Ramos, 61').

UD Las Palmas (1): Raúl Fernández; Curbelo, Aythami, Cala, De la Bella; Peñalba, Timor; Srnic (Javi Castellano, 91'), Maikel (Dani Castellano, 80'), Ruiz de Galarreta (Momo, 82'); y Rubén Castro.

Goles: 0-1.- (72'): Timor; 1-1.- (90'): Quini.

Árbitro: Moreno Aragón (C. Madrileño). Amonestó a los locales Montoro (47'), Rodri (50'), Germán (81') y Adrián Ramos (87') y a los visitantes Curbelo (5'), Ruiz de Galarreta (43'), Timor (57'), Maikel (64') y De la Bella (94').

Incidencias: partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de LaLiga 1|2|3, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes de Granada, ante 11.253 espectadores.