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La contracrónica

Un año y 19,2 millones tirados a la papelera

El Elche incendia el Gran Canaria y la grada mira a Ramírez, que apostó todo por el ascenso

Instantes de pánico y tensión junto al palco, tras el tanto del Elche en el tramo final del encuentro. Arriba, Miguel Ángel Ramírez. Detrás, Otero, Rocco y Patricio Viñayo. quique curbelo

El desplome del siglo. La tragedia de fichar nombres. No es culpa de los árbitros, señor Toni Otero. El hundimiento de un plantel acomodado y los pecados de una gestión deportiva marcada por la improvisación continua. Carentes de espíritu e intensidad, la UD tocó fondo minutos antes de hacerse oficial la contratación de Rocco Maiorino como nuevo director deportivo. Por algún sitio se empieza. El elegido para resucitar un departamento instalado en el pánico, fue testigo desde el palco del desastre. De Toni Cruz a Toni Otero, una caída libre hacia el abismo. Toca depurar responsabilidades.

Los pecados de fichar gladiadores sin una hoja de ruta definida. ¿A qué juega la UD? Han desfilado Manolo Jiménez, Paco Herrera y ahora Mel, y no se da con la fórmula adecuada. Ver ayer a Mir por la banda resultó lastimoso con Fidel Chaves en el banco. Rocco tiene mucho trabajo.

El batacazo resultó traumático. Supone el adiós del sin nombre. Fin de ciclo. Punto y final. Ante los ojos del cirujano Rocco Maiorino „asume el control total del área deportiva en una apuesta innovadora y que se concibe como el último clavo ardiendo„, la UD de los 19,2 'kilos' firmó su acta de defunción ante el Elche (0-1). No hay para más. A lo mejor, no son tan buenos. Conviene aceptar la resolución y el veredicto de las 32 finales. La UD es la gran decepción de un curso con veinte fichajes y salidas de activos en calidad de cedidos para el Huesca de Primera. Un panorama delirante.

A doce puntos del playoff de ascenso, llega la puñalada mortal „se cuenta con los tres puntos que debe recibir el RCD Mallorca con su partido ante el Reus„. La cruzada milagrosa del novelista Mel encadena su segunda derrota en el partenón de Siete Palmas. La partitura del madrileño se derrite, y solo ha sido capaz de sumar un triunfo en cuatro jornadas.

Lo increíble es que ni Jiménez ni Herrera conocieron el drama de caer en la fortaleza de Siete Palmas. Y Mel lleva dos reveses consecutivos. Arrasó en Riazor con el 4-4-2 y ayer se empeñó en Maikel Mesa y Srnic. Solo la entrada de Momo, el mejor, abrió un hilo de esperanza. El pasillo de la épica. Ejerció de organizador cuando es extremo zurdo. A sus 36 años, fue el único que encandiló a Rocco.

Esclavos de la fatalidad

Este club está maldito. Restan diez partidos (30 unidades en juego) que se conciben como un vía crucis para esta industria del despropósito. Hay que recurrir a la integridad de un vestuario bajo sospecha. Entre la indignación y vergüenza, un sector de los 10.404 espectadores miró al palco. Igual que hace un año. 365 días tirados a la basura. El futuro de este escudo está en manos de Rocco. Visto el grado de implicació del plantel „Mel denunció "faltó intensidad"„, lo tiene muy fácil. Solo Momo, en el segundo acto y con un despliegue de técnica, se ganó el pan. Los futbolistas, ahí está el descenso con Jémez, siempre se van de rositas. Pero este fracaso tiene muchos padres, del palco al verde. No solo llevan corbata.

¿Qué hizo la UD? Volvió a entregar el balón y fue sometida por el cuadro de Pacheta en una lección de velocidad de Josán. Dos remates de Mir, un tiro de Rubén Castro y la acción fallida bajo palos de Juan Cala. Los amarillos, desde la histeria, completaron méritos para llevarse un empate que no valía para la causa. Pero el tanto de Carlos Castro activó el teatro del horror. Las vergüenzas quedaron al aire. La grada se desahogó bajo un llanto de rabia con Rocco tomando nota.

El nuevo salvador. El ex del AC Milán debe convertir una trituradora de entrenadores en un ejército de coherencia. La 2019-20 ya se empieza a construir. Pero el episodio ante el bloque ilicitano rozó la negligencia. Con trece remates y cuatro a portería, a la UD le faltó determinación. Morder por un encuentro que valía una vida. Maikel Mesa, tras 32 jornadas, sigue sin ganarse la condición de titular indiscutible. El propio Mel fue devorado por la silla eléctrica del caos millonario. Mallorca y Elche le ganaron la partida por velocidad, apetito y empuje.

Un agujero de 24 puntos

Queda patente la sensación de enorme fragilidad en Siete Palmas: ya han volado 24 puntos. Desde septiembre, en la era costalera de Jiménez, el cuadro amarillo no es capaz de encadenar dos victorias. A esta velocidad de caracol, resulta imposible. A Mel se le encendió la bombilla en el 46' al apostar por Momo y retirar a Peñalba „el argentino volvió a ver una amarilla por protestar„.

Tras invertir 19,2 millones, la carta mágica era Jerónimo Figueroa Momo. Maravilló el de Las Torres, que terminó abatido. Su ADN merece una estatua. Con Rivera en el Huesca, y tras saturar la demarcación de centrales en enero, la gestión del caudal deportivo ha sido calamitosa. Habla la clasificación, estalla la grada. Miguel Ángel Ramírez mueve ficha y contrata a Rocco. Otero ya está en la puerta de salida. Este proyecto es un fraude. El segundo plantel más caro de la Liga va decimotercero. El pueblo quiere una explicación.

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