Sufrió una microrrotura de fibras el pasado 24 de enero durante el partido frente al CD Leganés y regresa antes de tiempo. Se estimó su vuelta en un periodo de tiempo de entre cuatro y seis semanas, según el parte médico oficial, pero la correcta evolución del tinerfeño, favorecida por los trabajos de recuperación del equipo de fisioterapeutas de la UD, le permitirán estar el próximo sábado (19.30 horas) en Castalia.

El centrocampista participó con total normalidad en el entrenamiento que tuvo lugar ayer en la ciudad deportiva de Barranco Seco, el primero de una semana en la que no habrá descanso hasta el domingo, una vez haya concluido la cita frente al CD Castellón, colista de LaLiga SmartBank y que llega al choque contra Las Palmas después de cuatro derrotas consecutivas –Almería, Mirandés, Fuenlabrada y Girona–.

Sin embargo, por la manera de actuar habitual de Pepe Mel con los futbolistas que se recuperan, no sería titular por precaución, aunque tal situación tampoco está descartada. Sobre todo porque Maikel Mesa, que el sábado pasado realizó su mejor partido como amarillo en casi tres temporadas –penalti marcado a lo Panenka incluido–, está sancionado por acumulación de amonestaciones y causará baja.

De no haber sido así el tinerfeño habría repetido desde el inicio en un once que muy probablemente cuente con los mismo otros diez que batieron con solvencia al FC Cartagena (2-0). Pero la ausencia de Maikel abre una posibilidad a Kirian, porque en principio Pepe Mel no variará el sistema que le ha dado más alegrías que tristezas en 2021 –cuatro victorias y tres derrotas–, el 4-4-2.

Su colocación en la banda, con libertad para irse hacia el centro, supuso un descubrimiento

La primera vez que el técnico madrileño apostó por ese dibujo fue tras el descanso del choque frente al Sporting de Gijón en el Estadio de Gran Canaria, y el mediapunta fue protagonista. Entró justo en el comienzo de la segunda parte y actuó por la izquierda, pero sin la obligación de profundizar por la banda, sino con libertad para irse hacia el centro y mandar balones a la espalda de la defensa rival. Funcionó, porque puso una asistencia de gol a Rober, que pasó a formar en la delantera, y la UD remontó un 0-2 para ganar 3-2.

Desde entonces Las Palmas juega con ese sistema salvo el experimento fallido de Almería –4-2-3-1, con Araujo y Aridai en las bandas, y Fabio como mediocentro–. Le ha ido mejor que peor, sobre todo desde que en el primer partido del año –Espanyol– recuperara al Chino y a Sergio Ruiz, capitales en el cuadro isleño.

Así que lo previsible es que el entrenador no cambie el plan y que un jugador no puramente de banda actúe por el costado zurdo. Es por ahí por donde pasan las opciones de Kirian ante la baja de Maikel y también la de Óscar Clemente, a quien se ha dado una semana más para recuperarse del todo de una fuerte elongación muscular. Estará disponible ante el Rayo el próximo 6 de marzo.

Si el madrileño optara por una nueva fórmula para batir al colista, Benito sería el elegido y la UD volvería a jugar con dos extremos. Es la gran duda de Mel.