Kirian Rodríguez continúa divorciado con el gol en la presente temporada. En los 21 partidos que ha disputado el tinerfeño durante el curso no consigue ver puerta por más que lo intente. Ayer tuvo en sus botas una oportunidad maravillosa para descorchar la botella de champán y poner el 2-1 que prácticamente hubieran supuesto los tres puntos, cuando le llegó el balón a sus botas en el minuto 82 y al conectarlo en la dirección de la portería de Manolo Reina, la aparición milagrosa del lateral del Mallorca, Fran Gámez, impidió que el 20 amarillo alojase el cuero en el fondo de la portería bermellona. En la imagen a la derecha, el momento de su chut errado.