El incidente Sálvame como vitamina motivacional y carne de la resaca del derbi de las alturas. El clásico del éxtasis, que coronó a Jonathan Viera, tuvo su continuidad en la noche de ayer en los micrófonos de la Cadena COPE. El presidente de la entidad amarilla Miguel Ángel Ramírez destapó una conversación con Jesé Rodríguez bajo el delirio de la celebración por el agónico tanto del lateral gallego. "Ganar al Tenerife siempre te apetece, es el partido que deseas llevarte. Ante tu eterno rival y en el 92'; además el estadio se vino abajo con más de 25.000 seguidores. Se festejó con una alegría descomunal (...) Hemos hecho un equipo competitivo y con un nivel importante. Cuando terminó el partido, Jesé me dijo: 'No decían que me habían atropellado, pues esta noche atropellé yo al Tenerife". El punta fue protagonista el pasado domingo de un episodio con su pareja, que tuvo en las redes una repercusión notable.

Sobre el incidente automovilístico, Ramírez fue categórico. "Jesé dice que eso no es cierto [que fuese atropellado]; solo discutió con su pareja. Hay que tener en cuenta que Jesé está vinculado al tema de la música y su pareja [Aurah Ruiz] es muy popular en el famoseo. Pasó algo, pero nada de lo que se decía era verdad. Estaba perfecto, fue sustituido por un pinchazo muscular ante el Almería y ya vieron a qué nivel estuvo ante el CD Tenerife". El presidente amarillo, que conquista su cuarta victoria ante el Tenerife, reitera que los ejecutivos son los primeros en fiscalizar el rendimiento del jugador, así como su vida lejos de los terrenos. "Yo le exijo el máximo rendimiento deportivo; está muy comprometido. Es un profesional. Además es un activo importante de la UD, de él depende el éxito de todo el proyecto y y es consciente de ello. Al final, los hechos determinan la realidad; jugó y lo hizo a un gran nivel, como queda patente en el 1-0".

Increpado por el sector tinerfeño

La afición del CD Tenerife, ubicada en la grada Sur con la Curva, no se olvidó de Jesé Rodríguez durante el derbi de los rascacielos. En el clásico de las alturas, la parroquia blanquiazul le cantó el 'Aurah písalo'. Jesé habló en el campo y salió victorioso (2-1), gracias al agónico tanto de Álvaro Lemos, que sorprendió a Soriano. El envío lateral tocó en Larrea y acabó en la red. El gallego ya forma parte de la historia de los clásicos canarios.