Miguel Concepción ha vivido veinte derbis oficiales desde que llegó a la presidencia del Tenerife en febrero de 2006, pero ninguno como los dos que se jugarán esta semana. Una cosa es que se celebren dentro del calendario de Liga y otra que sirvan para llevar al ganador a la final de la promoción de ascenso a la máxima categoría. De ahí que ayer le colocara la etiqueta de máxima trascendencia a estos dos duelos. «Esto es más que un derbi», manifestó.

El dirigente se refirió a un acontecimiento «grandioso», una eliminatoria que quiso analizar «desde el punto de vista» del valor que tendrá como impulsora de una «gran fiesta del fútbol canario». Luego, centrando su valoración en lo que pueda suceder en el campo, Concepción se limitó a indicar que «el que tenga más acierto y cometa menos errores, tendrá el privilegio de pasar a la final».

Repasando las trayectorias recientes de los dos equipos, afirmó que, «sobre el papel», la Unión Deportiva es «favorita», pero recordó que «esto es más que un derbi» y que todas las rachas, las buenas y las malas, «también cambian». En definitiva, compartió su entusiasmo por lo que está por venir. «Estamos ilusionados, y a jugar», añadió el máximo dirigente.

En cuanto a la respuesta de ambas aficiones, no pasó por alto que la amarilla está «muy enchufada». «Nosotros vamos un poco más despacio», admitió. «El partido será gratis para los abonados y pienso que tendremos una buena entrada», dijo con la esperanza de un lleno en el Heliodoro.