El extremo, tras contar con cuatro minutos en El Toralín, en los que no pudo tocar el balón, fue clave en la diana del genio de La Feria. La doble ‘V’ encontró un milímetro cuadrado para dinamitar la muralla del Cartagena. Lastrado por una lesión, por fin, el ‘7’ encontró la luz 92 días después de su fichaje. 

Y Vitolo bajó de los cielos. Víctor Machín, el rey de copas –cuatro Ligas Europas, una Supercopa de Europa y una Liga–, protagonizó un regreso portentoso siete años después en el partenón de los sueños. La doble ‘V’, la sociedad Vitolo-Viera, acudió al rescate a la llamada del éxtasis para tumbar a un Cartagena con diez en el 92’.

Cinco cambios, gestionar la superioridad como asignatura pendiente y un final de cine que lleva a Pimienta hacia una tierra llamada eternidad –las cifras de este curso ya superan a las de Kresic o Herrera, técnicos de los dos últimos ascensos a Primera con la UD–. Bajo el caos más hermoso, con Vitolo por la derecha, izquierda y en la mediapunta, la participación del internacional resultó crucial para encender la luz.

El jugador del Atlético de Madrid se inventó un pase increíble, de los mejores fotogramas de la temporada, para Benito Ramírez que conectó con Viera para poner el Lamborghini en Nueva York. El invencible mantiene su pegada diabólica por tercera fecha consecutiva con un marcador tatuado a fuego en el alma. Bendito 1-0. Desde el reparto solidario de minutos, ayer le tocó a Vitolo vestirse de protagonista. Debutó en El Toralín –últimos cinco minutos sin tocar el balón– y por fin, desde el 70’, aportó toda su maestría. Sin un mapa de calor repleto de kilómetros, el arte de la ‘V’ se fundamenta en la anticipación. La interpretación fantasiosa de los espacios.

Vitolo y Viera, juntos, conforman un nuevo arma de destrucción masiva. Otro mérito de Pimienta y del presidente Miguel Ángel Ramírez, responsable intelectual de la vuelta del gladiador.

Con Benito y Marvin Park abiertos en los costados, Vitolo, Florin y Moleiro fueron el revulsivo. 21 remates y un monólogo que al final dio con el botín. Fue un dominio artificial, que tuvo su capítulo álgido con el misil cruzado de Sergi Cardona, desbaratado por Aarón. Pero fue en el 43’, cuando todo cambió. El Cartagena se quedó con diez por la expulsión de Pablo Vázquez –doble amarilla en apenas nueve minutos–.

Era la tercera ocasión –mal ejecutada ante Racing y Ponferradina–. ¿Qué mecanismo activó Pimienta ante el plan de emergencia de Luis Carrión? La primera mediad fue adelantar a Sergi Cardona. Velocidad y dos extremos incisivos. Vitolo, de mediapunta, junto a Enzo y Viera, con Moleiro ubicado por la derecha e izquierda. Florin fue la pesadilla de Alcalá y Datkovic. El Cartagena no tiró a puerta y fue aniquilado por un toque mágico de Viera. Lienzo redentor. El platillo volante sigue su curso. Rumbo a la galaxia de Benzema. Vitolo no estaba cojo.