Fallece el genio del regate imposible Cristóbal Correa, exjugador de la UD Las Palmas y Atlético de Madrid

Adiós al irreverente. Fallece el genio. El artista que odiaba a los dictadores de los banquillos. Jamás sobró un regate, jamás sobró un caño. En el reinado de Germán el Maestro, José Cristóbal Correa Ruano (Las Palmas de Gran Canaria, 79 años) era el artista escondido. Siempre en segunda línea. Este sábado falleció el exjugador amarillo, del Atlético de Madrid y CD Tenerife. De 1962 a 1967 y de 1971 a 1972 defendió la elástica amarilla. Con 32 duelos con la UD, deja un expediente de genio incomprendido que plantó cara a los técnicos que dudaban de su potencial. 

Roque Díaz, presidente de la Asociación de Veteranos y exjugadores de la UD Las Palmas, así como icono de sacrificio y pundonor en la historia del club isleño, con un total de 267 partidos en la historia del club, se emocionó al evocar la figura de Cristóbal Correa. «Ante todo, lamentar el fallecimiento de un jugador de la cantera de la UD Las Palmas, era magnífico técnicamente y como persona, alguien extraordinario. Trasladarle a la familia mi más sentido pésame. Cristóbal era un miembro más de esa prestigiosa cantera canaria y ahora, desde el dolor, solo queda honrar su figura». 

Por su parte, el exconsejero y el que fuese historiador de la UD, Antonio de Armas, advierte el motivo de la llamada. Reverencia y un elevado grado de emoción. Pleitesía a un rostro diferencial. «Estoy afectadísimo, Correa forma parte de los grandes del club amarillo como lo son Germán o Guedes. En esa dimensión. Su arte y capacidad imaginativa están fuera de toda duda...¿Compararlo con Maradona? ¿El gran genio de la UD? Eso son palabras mayores, me quedo con sus inicios en el Veguera, Guiniguada, Sporting San José o el Juvenil amarillo que prometía muchísimo, bajo el mismo idioma que Germán Dévora. Pero también con su registro contestatario. Jamás aceptaba el caudillismo de los entrenadores. Y no lo aporto como defecto, era un ángel aferrado a su talento, agarrado a su arte con el balón en los tiempos del subcampeonato de la UD. Mientras Molowny buscaba un peón, un mimbre de sacrificio, Correa latía junto a la pelota y esos valores intangibles, como productos del lado más fantasioso del juego», determina De Armas, figura de gran conocimiento de los capítulos más enciclopédicos. 

Tras la derrota ante la Real Sociedad, transcendía la noticia en los vehículos comunicativos de la entidad grancanaria. En el próximo partido en el recinto de Siete Palmas ante el Real Betis -jueves 16 de mayo- se guardará un minuto de silencio en su memoria. 

En un segundo plano

Tras militar en el Atlético de Madrid y el CD Tenerife, siempre ha mostrado su arista más jovial una vez retirado. Evocó con devoción su estreno con gol ante el Levante en la UD (octubre del 1962). Siempre a mil por hora, siempre detrás de las leyendas más imponentes.

En ese segundo plano, por su corazón y apego al escudo, se ganó el respeto de todos sus compañeros. «Sentía debilidad por el club y por la historia, se va un genio que sus números no dignifican del todo. Arte a la altura de los más grandes, estamos todos de luto», concreta Díaz, presidente de la Asociación. Llora el escudo por el regateador de la UD de oro.