¡Adiós manchas! Descubre cómo lavar tu abrigo en casa y que quede como nuevo

Este truco para lavar los abrigos en casa sin dañarlos permite ahorrar tiempo y dinero

¡Adiós a las manchas! Descubre cómo lavar tu abrigo en casa.

¡Adiós a las manchas! Descubre cómo lavar tu abrigo en casa.

Los abrigos son las prendas estrella de los meses más fríos, pero también son los grandes olvidados de la limpieza. La poca frecuencia con la que se lavan los chaquetones junto con los roces en cuello y mangas, las manchas que puedan caer en él y el simple sudor van desluciendo el tejido a medida que el frío avanza. No obstante, hay un truco para lavar el abrigo en casa sin dañarlo y que lo deja como nuevo. ¿Cómo? con amoniaco. Es cierto que el amoniaco desprende un fuerte olor que puede resultar hasta desagradable, pero es uno de los mejores desinfectantes que existen en el mercado.

Los fabricantes recomiendan lavar los chaquetones, al menos, una vez al año y lo mejor es hacerlo coincidir con la llegada del verano y el cambio de armario. Lo primero que hay que hacer antes de ponerse manos a la obra y meter el plumas en agua es consultar la etiqueta, pues hay prendas que sólo permiten el lavado en seco y es mejor llevarlas a la tintorería. Este es el caso de las prendas elaboradas con ante o piel, pues se trata de materiales muy delicados que requieren de un tratamiento especial.

Cómo lavar un abrigo en casa

La forma más sencilla, rápida y que permite ahorrar dinero a la hora de lavar un abrigo en casa es usar una mezcla de agua templada con amoniaco. Estos son los pasos que tienes que seguir para lavar tu plumas en casa y que quede como nuevo:

  • Primer paso: cepillar. El primer paso para que nuestro abrigo quede impecable es cepillarlo con una brocha de cerdas blandas. De esta manera, se retira el polvo que se haya podido acumular y cualquier otra partícula de suciedad.
  • Segundo paso: la mezcla. En un recipiente se mezcla agua tibia con amoniaco. La mezcla debe contener la misma cantidad de agua que de amoniaco para que sea más efectiva.
  • Tercer paso: bayeta. Es fundamental utilizar una bayeta de microfibra nueva.
  • Cuatro paso: frotar. Se moja la bayeta en la mezcla de agua tibia con amoniaco y se frotan aquellas zonas que estén sucias. Es importante insistir en aquellos lugares que más se suelen ensuciar como el cuello, las mangas y la parte inferior del abrigo.

Consejos para un buen secado

Para que el abrigo quede perfecto es necesario que seque bien, pues puede coger malos olores si este último paso no se lleva a cabo de una manera correcta. Una vez que el abrigo esté limpio, lo ideal es colgarlo en una percha y en un lugar que esté perfectamente ventilado. De esta manera, se secará bien el abrigo y, además, se eliminará el fuerte olor que desprende el amoniaco.